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No sé real y sinceramente quien se lo pasó mejor…. ellos, el equipo de baloncesto de la escuela infantil donde acude el peque que jugaban ¡nada menos! que su primer partido… o… las mamás y los papás que fuimos a animarles aunque tuvieramos que dejarnos la garganta en el empeño.
Desde que mi hijo mayor «se ha ido haciendo mayor» la idea de compartir, de respetar turnos, de trabajar en equipo, siempre han sido importantes en su desarrollo, al menos para nosotros, sus padres, así que la opción de hacer deporte y además que fuera en equipo fue de las primeras que barajamos a la hora de elegir entre las distintas actividades extraescolares que nos ofrecía el inicio del curso pasado. Ayudó mucho la retransmisión del Campeonato Europeo de Baloncesto y que la selección española lo ganara…no lo voy a negar, en casa no nos perdimos ni uno de los partidos y eso parece que influyó al peque a la hora de dedidirse.
No diré que ha ido siempre de manera voluntaria y felizcada tarde de martes y de jueves, como a los adultos, ha habido tardes que no le apetecía demasiado pero una vez en el gimnasio donde han «entrenado» sé a ciencia cierta que lo ha pasado bien y después de verle jugar también sé que: seguramente el año que viene vuelva a querer jugar a baloncesto, que ha disfrutado con el partido, con los entrenamientos y con el juego en equipo, que ha hecho más amigos y que… ¡¡¡¡le queda taaaannnnto por aprender!!! en lo que a baloncesto se refiere… y tiene taaaannnnto tiempo por delante…. para conseguir lo que se proponga.