
Los templos en Escocia, las ruinas, la piedra luchando con una naturaleza que poco a poco y con ayuda del agua, va cubriendo cualquier rincón abandonado merecen que nos detengamos a disfrutarlos si andamos por tierras escocesas como viajeros.
Nosotros lo hemos pasado de fábula recorriendo un poco el país y descubriendo lugares como este, visitando los templos en Escocia igual que los castillos y las calles. Claro que el escenario ha acompañado y mucho para poder mezclar realidad y fantasía, mundo mágico y mundo terrenal, espiritualidad y un pizca de sentido del humor, siempre con mucho respeto y grandes dosis de tolerancia por parte de todos.
La verdad es que recorrer un país como este es un regalo y hacerlo en familia y con amigos aún lo es más por lo que disfrutar es casi una obligación y a ellos nos pusimos.
Allí donde fuimos, hicimos lo que vimos y fuimos felices, a las pruebas me remito por lo que hacer una parada para descubrir los templos en Escocia era algo que no nos queríamos perder.
Los templos en Escocia viven

Estos son sólo algunos de los restos de los templos que visitamos en tierras escocesas, abadías, iglesias, conventos. Grandes monumentos, grandes obras de arte que han quedado mudas, guardando en sus muros los secretos de sus pequeñas y grandes historias, esperando a que cualquier visitante las pasee para contárselas entre susurros como sólo sabe contarlas el viento entre las ruinas. Un auténtico placer.
Estas fotos son de la Catedral de St.Andrews, de lo que queda de ella. En su momento allá por el Siglo VIII fue la mayor de toda Escocia y se puede apreciar por las dimensiones de sus ruinas, de las que quedan en pie y de las que se dibujan sobre el terreno.
¿No os recuerdan un poco a la historia de «Los Pilares de la Tierra»? A mi sí, muchísimo.

Es en torno a estas fechas cuando se supone que las reliquias de San Andrés llegan a tierras escocesas y claro, había que hacerle una catedral a su altura. Construir esta magnífica catedral llevará más de 150 años, algo que por lo visto en la época era muy habitual, sobre todo dada la precariedad técnica de los arquitectos y maestros de obra ¡imaginaos!
Encima, por su ubicación tan cerca de la costa, uno de sus laterales lo destruyó una galerna antes de que el edificio fuera inaugurado oficialmente.
¿No os imagináis por ese entorno caminando a los equivalente a los bastaixos de «La Catedral del Mar» acarreando piedras para levantar esta magnífica iglesia?

El paisaje es espectacular e imagino que para una población con pocos conocimientos como la población humilde de Escocia en el s.VIII tenía que ser impresionante y obra de un ser divino, era la única forma que tenían de explicarlo todo.
Fue pasando el tiempo y la catedral se fue viendo relegada a un segundo plano, incluso sus piedras poco a poco se fueron utilizando para distintas obras civiles en la propia ciudad.

Así que lo que veis en estas fotos es lo que queda hoy de la que algunos señalan como la primera catedral de Escocia por la época en la que se erige, por la importancia que tiene en su momento histórico y por las dimensiones del edificio que la daban una presencia imponente en la vida de los ciudadanos de St. Andrews.

Por cierto, una de las cosas que más no llamó la atención fue la cantidad de tumbas que rodean la catedral, un enorme cementerio ocupa gran parte del terreno en torno al edificio de culto.

Tumbas de distintos tamaños, con distintas historias que crean un entorno de tranquilidad por el que pasear con los peques es como un paseo por el pasado, por rincones de la historia que sólo conocemos por los libros o por algunas películas que muestran símbolos y señales como las que se ven en las tumbas.
A veces la aventura sólo necesita de un poco de imaginación para ser real.. ¿no os parece?