Lo siento chic@s pero no tengo ni una foto…. ¡no me ha dado tiempo!
Ya os conté que las tardes sin cole comienzan con un helado para todos mientras vemos una peli, ayer jueves tocaba «Simbad. La leyenda de los siete mares», llevábamos menos de 15 minutos de película y…. ¡¡ya se lo han terminado!!…. bueno y yo también.
Empiezo por el principio…
Mi amiga M. tuvo hace unos días un pequeño ataque de «feng shui» y se lió a quitar «trastos de en medio«… que si un traje de neopreno de uno de los peques que ya solo le vale como llavero, que si un armarito monísimo para poner… algo, que si unas cosas, que si otras…. que si una HELADERA que…. ¡tenía mi nombre!
Se vino a mi casa la heladera y hasta hace unos días ha estado metida en un armario sin decir ni mu… ahora ha llegado el verano y ¡le toca currar!
Lo primero: meter la cubeta en el congelador o lo que es lo mismo, hacer hueco en el congelador para que entre la cubeta… ¡uff! ¡Prueba superada!
Lo segundo: buscar recetas por internet para empezar a hacer un rico helado casero…. ¡hay milloooooones de recetas, lo difícil no es encontrarlas sino decidirse! Me decido por ESTA de chocolate, para ir abriendo boca…
Lo tercero: resulta que para hacer helados hay que «crear» primero algo de lo que nunca había oído hablar «azúcar invertido«, así que…. al tema. Siguiendo también la receta de Sara pues hice unos cuantos botecitos de ese azúcar tan particular que si no fuera por el ácido tartárico pues sería el almíbar de toda la vida… esos pequeños detalles son los que lo hacen todo distinto.
Lo cuarto: ya está hecha el azúcar así que… nos ponemos a preparar el chocolate, es fácil, es sencillo, ¡qué bien pinta la cosa!
Lo quinto: el chocolate metido en la nevera se ha hecho un bloque, no es una forma de hablar, es un bloque, literalmente…. tengo que volver a derretirlo al fuego porque ni con un cuchillo consigo hacer unos trozos lo bastante pequeños como para que las palas de la heladera consigan moverlos… Vuelvo a hacer una crema, la templo, nada de volver a meter a la nevera que la cosa no me ha salido como decía la receta….
Lo sexto: está templada así que ¡sacamos de nuevo la cubeta del congelador! y echamos la crema dentro y…. ¡a remover!
Se supone que las palas van a llenar de aire la mezcla, que se me va a congelar en las paredes de la cubeta, que va a aumentar su volumen….. ¡pues la mía no hace nada de eso!
Gira y gira y gira… así durante 40 minutos, pasado ese tiempo y viendo que lo que se está calentando es el motor de la heladera pues la paro y saco la mezcla de la cubeta a un tupper para ponerlo después en el congelador.
Esto no se puede llamar helado de momento, es una crema densa, bonita, brillante y fría pero…. ¡¡¡no es un helado!!!… ni de lejos.
Lo séptimo: ya hemos vuelto del cole, he dejado el helado sobre la mesa unos 15 minutos, quizás algo más…. no se ha congelado aún desde esta mañana…. ¡qué cosas! pero está riquíííííííísimo….. a los peques les ha encantado y yo estoy más o menos contenta. No es helado propiamente dicho, algo he hecho mal (o lo ha hecho la heladera….) pero todo se puede mejorar.
Conclusión: el próximo será de fresa y procuraré tener la cámara defotos a mano antes de que se lo devoren sin piedad, lo prometo.