
El otro día tuvimos la reunión del tercer trimestre en el cole de los peques, concretamente con la tutora de mi hijo pequeño para hablar de sus clases, de los temas habituales y de otros que nos sorprendieron sobre la marcha. A veces no tengo claro si los adultos nos complicamos la vida en exceso o somos más infantiles que nuestros propios hijos con algunos temas, para que os hagáis una idea ¿qué se puede explicar en la etapa de infantil sobre ética, moral, religión o «alternativa»?
Allí estábamos unos diez-doce padres y madres escuchando como van desarrollando su psicomotricidad fina, como se van aprendiendo los números (más de los previstos porque son 22 niños en clase y ya puestos, se han aprendido los 22 números, más o menos), como van distinguiendo los colores (incluido el fucsia ¡con lo subjetivo que es ese color!), cómo les gusta hablar y jugar con los animales (los de la granja son los que entran en el programa pero como a ellos les gustan los de la selva, pues ya puestos se han aprendido los unos y los otros) Lo habitual, nada fuera de lo normal.
Hasta que llegamos al tema de la religión y la profesora nos ha contado lo que trata con los niños que no dan religión, los niños que reciben «alternativa» o sea una asignatura que no tiene nombre, que solo existe para llenar el tiempo de otra asignatura.



En ese momento una mamá ha comentado que ella ha inscrito a su hijo en religión pero que le gustaría que le explicaran y que le contaran lo mismo que les cuenta la profesora en «alternativa«. Nos hemos quedado un poco sorprendidos la verdad porque ¿entonces para qué le apuntas a clase de religión? pero nadie ha dicho nada.
Ella ha seguido preguntando qué es lo que les explican a los niños en clase de religión, la profesora le ha comentado que podría pedir una tutoría con la profesora de religión porque ella no podía decírselo, pero que supone que más o menos darán los mismos temas ¿Seguro? Yo no lo tengo tan claro pero es que mi hijo va a «alternativa» así que solo es una suposición mía.
Siempre teniendo en cuenta que tratamos con niños de 3 a 4 años por lo que supongo que en religión (católica, obviamente) les hablarán de lo que hizo y/o dijo Jesús, o Dios, o San José, o la Virgen María y supongo que si hablan de tolerancia lo harán desde el punto de vista religioso que no sé, pero viendo las declaraciones de la Iglesia católica a ese respecto pues no tengo muy claro cómo lo harán.
Supongo que si quiero que a mi hijo le expliquen las cosas desde el punto de vista católico y religioso pues le apunto a religión y sino pues no, pero no puedo querer que mi hijo esté «en misa y repicando» como decía mi abuela.
En clase de mi hijo pequeño hay niños musulmanes, católicos y protestantes, perdón, hay padres católicos, protestantes y musulmanes que quieren que sus hijos aprendan esas religiones. Los padres musulmanes y los protestantes inscriben a sus hijos en «alternativa» y los padres que quieren que sus hijos sean católicos, como ellos, tienen la opción de apuntarles a religión, católica exclusivamente.



Y digo yo ¿no sería más fácil que en el cole público no se diera ningún tipo de religión? porque es obvio que dar todas las religiones es materialmente imposible. Y ya puestos, ¿no sería más lógico que «alternativa» tuviera cuerpo propio, que tuviera una definición?
Enseñar a los niños que somos diferentes, enseñar a ser tolerantes, enseñar a ser cooperantes, enseñar a ser solidarios ¿no debería tener una nomenclatura propia? No es una alternativa a nada, es algo lógico y es algo que deberían aprender los niños, todos y no pocos adultos.