
Bueno pues que os parece si volvemos a Galicia.
Id poniéndoos fresquitos porque aunque ya hayamos vuelto prácticamente todos a la cruda realidad de la rutina, del día a día, del cole de los niños, del curro,… pues a pesar de todo eso hoy nos vamos a la playa y no a una sino a tres.
Tres espectaculares playas gallegas que han sido todo un descubrimiento, una delicia, una sorpresa y una aventura, sobre todo para los peques como era de esperar…
¿Os venís?
Empiezo por la primera playa que pisamos cuando empezaron nuestras vacaciones gallegas: Praia Abrela, en O Vicedo.
No es una playa grande, es enorme, siempre que vayas con marea baja como fuimos nosotros.
Es una delicia, hay muchísimo espacio en el que jugar hasta que llegas a la orilla del agua y como la arena está húmeda pues no nos ponemos con la toalla, así que los peques tienen espacio para buscar, rebuscar, excavar, investigar, pescar,….
Esta playa tiene bandera azul y no es extraño porque está limpia, cuidada, tiene un acceso de madera hasta la entrada a la arena y tiene unos aseos… ¡limpios!
La denominan como semiurbana pero la verdad es que el bosque que está justo detrás no le da precisamente ni aspecto ni sensación de estar dentro de ningún municipio, aunque lo esté.
Nuestra visita a Praia Abrela no estuvo acompañada por el sol pero tampoco llovió así que pasamos un rato largo y agradable, hasta que la brisa marina se volvió más bien viento y ya decidimos irnos que había muchas vacaciones por delante…. Después llegó nuestro más sorprendete descubrimiento y eso que MariAngeles, la dueña de la casa en la que vivimos, nos dejó claro que era un rincón increible, os hablo de la Praia de Caolín, una de las playas más bonitas que hemos visto nunca… Es pequeña, no creo que mida más de dos metros de largo y muy poco de ancho (no sabría decir cuanto…) apenas tiene oleaje porque delante no hay horizonte en el mar sino montaña y bosque.
Se llama de «caolín» porque en las inmediaciones había una fábrica de porcelana, la arena es muy fina y muy blanca y tiene la textura de «miga de pan» así que NO SE NOS PEGABA AL CUERPO ¡¡gozada!!
Para todos aquellos que no seais muy playeros porque os agota estar limpiando y sacando arena de todos los rincones del cuerpo humano, del bolso, del coche,…. esta es vuestra playa.
Además tampoco es que hubiera mucha gente, el agua tiene un color delicioso que nos recordó a los colores de Ibiza más que a cualquier otra zona del Mar Cantábrico. Un rincón precioso al que seguramente tenemos que volver…
Y la última, a la que fuimos con más frecuencia, fue la Praia de Xiloi.
ai que cada vez que leo tus posts sobre Galicia me parece mas pecado no conocerla. Y las ganas de playa que me han entrado ni te cuento 🙂 Buen día!
Si es que son unas playas tan espectaculares que da pena habérselas perdido tanto tiempo, eso es verdad, a mí me pasó lo mismo…
El litoral del norte es muy especial, el de Galicia, al ser el más amplio indudablemente tiene más oferta y más variedad. Yo no lo cambio por nada, aunque hay otras playas en otros puntos de España que merecen igual reconocimiento. La pega: el agua está fria en el Cantábrico y helada en el Atlántico, pero la gente del norte ya tenemos costumbre y lo disfrutamos.
Beatriz, tienes mucha, muchísima razón. Yo no conocía Galicia hasta el verano pasado y como dice el SantoPadre nos hemos reconciliado con la playa y las vacaciones junto al mar… Asturias tiene mucho más que playa aunque también son espectaculares y las de Cantabria las conozco algo más por haber vivido casi tres años allí… El norte tiene unas playas magníficas y sí…. un agua ¡¡helada!! Je,je,je
qué lujo de sitios
Sí, la verdad es que nos vamos a miles de kilómetros para encontrar paraisos como estos… somos así de sensatos… je,je,je.
Un abrazo Bego.
Pilar.