

Hoy además, os llevo a un rincón que dicen que es mágico… desde la época celta, hace mucho, mucho tiempo…
Os acerco hasta San Andrés de Teixido, actualmente una ermita católica dedicada al santo y que se llena de peregrinos y visitantes, de fieles y de curiosos en general.
Ya sabéis lo que se dice en Galicia: «A San Andrés de Teixido, vai de morto u que non foi de vivo»
Nosotros la visitamos este pasado verano y la verdad…. nos sobrepasó un poco el excesivo número de personas que se concentran en este lugar, en este pequeño edificio.
No nos ha quedado nada claro que sea fe religiosa precisamente… no tengo nada claro por qué a veces, en masa, nos comportamos tan… tan… tan raro….
El camino de San Andrés de Teixido se remonta a la mitología griega, desde Italia al sur de Francia y por Iberia hasta el Atlántico. Aristóteles le llamó el camino «Heracleo» en recuerdo del camino mítico que Hércules habría hecho de Italia a Iberia (de finales del s.VIII y comienzos del s.VII antes de Cristo).
Ya veis que los orígenes son muy antiguos y sin embargo, a mí personalmente me encantó que de camino, nos encontráramos con el progreso, las energías renovables, los aerogeneradores que recogen la fuerza del aire gallego. Lo más moderno en el rincón más antiguo o al menos de los más antiguos de la zona. Esos contrastes que conviven tan bien.

Como es lógico antes de subir a la ermita paramos en alguno de los miradores, desde uno de ellos vimos todos estos molinos que podías abrazar incluso, justo al pie de la carretera (ya veis el coche… ¿no?).
En uno de los miradores, se encuentra la historia del IBIS el avión británico que derribaron en estas costas durante la segunda Guerra Mundial porque además de viajar civiles, mujeres y niños… resulta que también viajaba un conocido espia británico… pero no conocido precisamente por ser espía…
A los peques la historia les encantó, sobre todo al peque-mayor.
Pero no cabe duda de que para ellos lo más exótico fue encontrarnos caballos sueltos por el camino, son niños de ciudad, no pueden negarlo…

San Andrés de Teixido comparte con Escocia los restos del santo, de San Andrés.
Y os cuento un secreto, por lo visto la tradición de las «piedras votivas» o «pedras de la humanidades», llegan a generar los túmulos o «milladoiros» que pueden verse diseminados desde la carretera.
Dice la leyenda que estos «milladoiros» hablarán en el juicio final de aquellos que sí cumplieron su promesa de ir a este lugar mágico.
Lo más espectacular, sin duda son los enormes acantilados de San Andrés de Teixidor.
Con un mar bravo y vivo a los pies y una bruma que lo aplasta todo, lo esconde y le da ese aura de magia que no puede negar ni el rincón, ni la propia Galicia. Se tiene o no se tiene y aquí, se tiene.
