
Hacia muuucho que no os llevaba de excursión y tengo ya unas cuantas escapadas en el tintero que para estas próximas vacaciones de Navidad, si tenéis algún día libre, seguro que os vienen estupendamente. Hoy empiezo precisamente por la última escapada que hicimos en familia y con amigos: Soria, tierra de magia y brujas por descubrir.
Una de las zonas mas bonitas de España en lo que a naturaleza e historia se refiere y también, tristemente una de las zonas que se está quedando más despobladas.
Estuvimos en Soria, concretamente en Vinuesa, un pueblo pequeñito pero con mucho, mucho encanto. En una casa rural que era una preciosidad y cuya dueña nos trató de maravilla.
Una casa rural que respetaba el entorno urbano por fuera en cuanto a tradición y costumbres pero que era todo innovación y modernidad por dentro ¡una agradable sorpresa para viajeros como nosotros!
Como os decía al principio, alquilamos una casa rural completa, en Vinuesa para tres familias, dos de ellas con dos niños cada una, en total ocho personas para disfrutar del entorno cargado de magia y brujas y de la buena compañía.
Estas cosas hay que hacerlas bien hechas porque sino no es lo mismo, así que lo primero y principal es un buen desayuno.
Llevamos de casa bizcochos caseros y todos los achiperres necesarios para que los desayunos nos llenaran de energía y de ganas de recorrer el monte y.. ¡¡acertamos de pleno!!

Aquí les tenéis con pan de allí, recién tostado, mantequilla con sal, zumos de naranja, galletas para ElCanijo que es su pasión, algo de jamón york, mermelada casera de higo y un bote de tomate rallado también casero ya con su sal y su aceitito de oliva como debe ser.
Aunque de energía, como siempre, los peques andaban más sobrados que nosotros pero bueno, no está de más que vayan bien alimentados ya de buena mañana.
Soria, de magia y brujas

Una vez que estamos todos bien desayunados nos encaminamos a descubrir La Laguna Negra, sin duda uno de los sitios más mágicos de Soria y su entorno natural.
Un paseo sencillito sobre todo si cogéis el autobús que os sube a la laguna y muy entretenido para ir descubriendo «misterios» con los peques. Además, al principio van «frescos» y se cansan mucho menos con la subida hasta el entorno de la laguna.
Una cosa tiene que quedar clara, ElCanijo va al campo pero no por eso se deja el estilismo en casa.

Pantalón a juego con pañuelo de hilo para la garganta que cuando nosotros fuímos amenazaba con toses varias. Chaqueta naranja impermeable por fuera por si se nos ponía a llover.
Mi preocupación cuando salgo con los peques de casa es reconocerles enseguida, a primera vista y.. creo que lo voy consiguiendo.. jejejeje Además, siempre os digo que me encantan los colores alegres para ellos, pues este es un ejemplo más que claro ¿no?
Y después de recorrer el entorno de La Laguna Negra, de subirnos a alguna piedra, de mirar y remirar, de soñar e imaginar, de contar e inventar leyendas, de aprender cosas sobre el entorno y la naturaleza, la más nuestra, las más cercana.. toca ir a reponer fuerzas a uno de nuestros pueblos favoritos Calatañazor tiene un encanto especial, la verdad.

Además Calatañazor puede presumir de tener unas vistas espectaculares desde las ruinas de su castillo, es de esos pueblos pequeños que se han conservado anclados en el tiempo y con una oferta hostelera más que apetecible.
Nosotros fuimos en Otoño, claro.. así que sí.. ¡¡la temporada de setas estaba en pleno esplendor!! y aunque no las sabemos distinguir sobre el terreno, con lo cual, no arriesgamos cogiéndolas ni buscándolas, no nos negamos a catarlas y disfrutarlas en alguno de los restaurantes de Calatañazor que las preparan con maestría.
Además en estas fechas es fácil que encontréis jornadas micológicas en muchos de los establecimientos de la zona y así es aún más fácil catar distintas preparaciones de las distintas setas que se dan por la zona.
Estas son las chimeneas de pizarra típicas de Calatañazor y de la zona alrededor. Son tan originales como imprescindibles en el frío invierno soriano.

Y entre excursiones, comidas, risas, juegos y charlas pasamos un fin de semana estupendo, en uno de los entornos naturales más envidiables de nuestro país.
Lo tenemos tan cerca que a veces le quitamos la importancia que merece.
Una lección de historia y de naturaleza disfrazada de escapada y de tiempo de ocio. Si tenéis ocasión de hacerlo, perderos un fin de semana por estas tierras y recargad las pilas para la vuelta a la ciudad.
[…] por sensibilizar a los viajeros y por mostrarles que ellos también forman parte del destino. De la Laguna Negra, el Cañón del Río Lobos o Calatañazor ya os he hablado pero no importa, siempre merece la pena volver a recorrer esos parajes. […]
[…] especial. No sé, quizás será porque siempre me gustaron sus “leyendas” el caso es que los pueblos, los caminos, los lagos, los campos, las ermitas que encuentras en los paseos tienen un punto mágico, místico casi ¿no os […]
Estuve viviendo en Soria dos años por trabajo y reconozco que la descubrí, nunca se me hubiese ocurrido ir y es un sitio precioso.
Yo la conozco por vía familiar y aunque me da pena lo solita que se está quedando, la verdad es que desde el punto de vista del turismo rural es una delicia visitar Soria, siempre.