
Con este calor el norte de España se coloca en cabeza en lo que a destinos nacionales con un tiempo amable se refiere, esto es así y si además paramos en el Museo de la Sidra en Asturias, puede ser un destino perfecto para pasar la mañana.
Hoy os llevo a uno de los museos más curiosos precisamente del norte. Nos vamos a Asturias y nos damos un buen paseo por su museo de la sidra.
Un producto que forma parte de la vida social, del folclore, de las costumbres y la filosofía de una población y que tiene un museo pequeño pero muy apetecible para recorrerlo con niños y explicarles como se hace y como se consume este producto: la sidra natural.

Hace poco, os confieso, que escuché una conversación entre un asturiano y un leonés (a los que no voy a mencionar por su nombre, que una es muy discreta) hablando del mito ese de que la sidra asturiana en Madrid no sabe igual.
Yo no iba a discutirles porque ya sabéis como se ponen los chicos cuando creen tener razón pero… a mí la sidra asturiana me parece que está estupenda en la tierrina y en el foro.
Esas noches de calor madrileñas regadas por una botella de sidra natural.. o las que hagan falta, mientras charlamos con los amigos y lo acompañamos por ejemplo de un buen cabrales o un la peral… ¡¡qué no está buena decían los dos!!¡¡Lo que hay que oir!!
Asturias Museo de la sidra

En cualquier caso, os recomiendo que si vais a pasar unos días a Asturias, que el museo de la sidra forme parte de vuestro itinerario y saquéis un rato para descubrir este museo que está en la Villa de Nava, a escasos 30 kilómetros de Oviedo.
Lo primero es que a los críos les van a dar una manzana para que la prensen y vean el zumo, a partir de ahí empiezan las explicaciones sobre la sidra, la fermentación, las tinas, la elaboración y el proceso hasta que la embotellan.
Y poco a poco van entrando otros aspectos que rodean el entorno de la sidra desde un punto de vista más etimológico e incluso antropológico desde los bolos típicamente asturianos, hasta los sonidos de la gaita tan identificativos de la cultura celta.

Mucho han cambiado las cosas desde los primeros vestigios que se tienen de la producción y el consumo de la sidra natural en la zona, pero es evidente que ha formado parte de la fiesta, de la tradición y de las citas sociales de la sociedad asturiana desde el principio de los tiempos y eso también se puede ver en el museo.
A los críos estoy segura de que les va a gustar accionar, escuchar, tocar botones, subir palancas y oler ese punto ocre y ácido de la sidra que recorre todo el museo.
Justo al final del recorrido, a nosotros al menos nos invitaron a probarla y eso siempre es de agradecer, que tanto hablar de ella y luego irnos sin catarlas hubiera sido una terrible crueldad ¿verdad?

Para aseguraros de que el museo de la sidra está abierto y del horario que tiene el día que queráis ir, no dejéis de pasar por la web que os dejo aquí mismo (si la web no es la mejor que hayais visitado ni la más dinámica, ni la más cómoda ni la que más os anime a navegar por ella, pero los horarios los tiene muy claros).
Y si os sale un día nublado, la opción de visitar en Asturias museo de la sidra, os servirá en bandeja un estupendo plan para toda la familia y luego a buscar una sidrería cercana para reponer fuerzas ¡cómo debe ser!
[…] tren es el medio de transporte perfecto para llegar por ejemplo hasta Asturias y recorrer este peculiar museo a escasos 30 kilómetros de Oviedo. Para los más pequeños seguro que va a ser toda una aventura descubrir los distintos procesos por […]