la puerta del armario pensando en qué os ponéis ese día para ir a la oficina,
para ir a una reunión en el cole de los peques, para ir a esa entrevista, para
salir con las amigas a una exposición?
decir un número determinado porque he perdido la cuenta así que hoy… hablamos de nosotras, de esas
prendas que son un poco los comodines a los que agarrarnos cuando no estamos
especialmente inspiradas. ¡Qué sí, que estas cosas a veces pasan hasta en las
mejores familias!
del armario y mirando a la ropa que cuelga burlona de las perchas en su
interior. Ya que estamos ahí mirando… sin ver nada que cuadre con nuestras
intenciones o pretensiones.
blanca.
típica pero es que es resultona dependiendo de cómo la combinemos. Puede servir
un poco para todo y eso, en esos días en los que nos abandona la inspiración,
siempre es un punto a tener pero que muy en cuenta…
posibilidades, mis combinaciones… pero son incontables las soluciones que
podemos encontrar en una camisa blanca, siempre que la sepamos acompañar de las
prendas adecuadas para cada ocasión. Vamos, que tampoco es que sea tan difícil,
creo yo.
Por si le queréis dar un poco más de “personalidad” a la ambigüedad de la camisa blanca, estos serían esos complementos que me acompañarían en cada ocasión. Las mochilas son cada vez más frecuentes en mi vida. Llegaron con mis hijos y sus incontables necesidades y ahora, me da mucha pereza deshacerme de ellas. En toda mochila tiene que haber un cuaderno o una agenda para anotar cualquier peregrina idea que cruce mi mente en alguno de esos tiempos muertos que nos regalan los días. Poco mejor para cazar el tiempo que una flecha abrazada a un dedo o un reloj a una muñeca. Complementos que nos definen… ¿verdad?
Un poco como los productos que nos acompañan. Estos se vinieron de vacaciones conmigo, os los enseñé en su momento en IG. Productos de esos que sí, que dan realmente lo que prometen y que por eso se convierten en casi imprescindibles. Protección solar de la que ya no es bueno separarse en ninguna estación del año, un roll-on para los ojos y para prevenir esas arruguitas que nos acompañan si somos de risa fácil (que mira tú que bien..), un sérum para que no se seque la piel de nuestro rostro y al que hay que acompañar con una buena hidratante, sin excusa ni pretexto y un acondicionador para el cabello de lo más completo.
La piel y el pelo, esos dos asuntos que nos llevan por el camino de la amargura hasta que damos con el producto adecuado. Estos son otros de los comodines de los que os hablaba antes delante del armario, cuando salió esa camisa blanca que nos soluciona casi cualquier papeleta.
Me encanta la ropa que pones para acompañar a la camisa blanca, sobre todo la falda azul y blanca con la cazadora vauqera. Con los tacones ya te mueres, aunque los dejo para otras jeje.
Esa falda es ideal, es verdad y la combinación con la cazadora vaquera a mí me parece perfecta. Depende de para qué los tacones o los sleepers… eso ya depende de la ocasión.. jejejeje
Las camisas blancas son imprescindibles. Yo ahora llevo una, que con vaqueros y una americana me he puesto para trabajar, pero que el domingo me puse con un pantalón palazzo y me apañó el bautizo de mi sobrina.
¡Son muy versátiles, es cierto!
A veces nos complicamos demasiado la vida y sin embargo hay prendas como la camisa blanca que nos la resuelven en nada y menos.
A mi me encantan, con una falda con vuelo como la que has puesto, quedan muy lady.
Y me gusta todo lo blanco, tengo un montón de ropa, bolsos, zapatos blancos, incluso en invierno, no soporto los colores oscuros.
Es que esa falda me enamoró y con una camisa blanca tiene que quedar de lujo, como bien dices muy lady. Claro que con los vaqueros te arreglan una tarde o una mañana de curro incluso.
Fíjate, yo creo que tengo pocas cosas blancas y… ¡me voy a animar a que no sean sólo para el verano la mayoría!