
No, yo no pensaba hablar hoy de esto. No pensaba darle más publicidad y no pensaba que tendría que volver la cabeza y que la tragedia modificaría mi día a día y mis costumbres pero aquí estoy hablando del terror y de cómo explicarlo a nuestros hijos.
Me veo obligada a volver la vista a París a través de los ojos de mis hijos y de cómo les hemos explicado lo que es vivir el terror tomando distancia, tomándonos tiempo y guardando mucho respeto a su forma de entender aún la vida.
¿Se han enterado vuestros hijos de lo que ocurrió el viernes por la noche en París? Si la respuesta es un SI: ¿Cuándo se enteraron? ¿El mismo viernes por la noche? ¿Ya el sábado? ¿El domingo? ¿Ayer lunes?
Lo que os decía, el viernes yo me iba a dormir sin haber oído ni visto absolutamente nada de los ataques terroristas sobre la ciudadanía de París, con lo que mis hijos por la misma lógica tampoco supieron nada esa noche.
El sábado madrugábamos un poco más de lo habitual y fue el SantoPadre quien me comentó algo pero hasta que no lo leí en twitter no me enteré de la dimensión del tema.
De los ataques coordinados, de los terroristas, de las víctimas, de los asesinados, de las reacciones de la población, de la evacuación del estadio mientras cientos de franceses se defendían y se definían cantando “la marsellesa”.
No me informé por la radio ni por la televisión sólo por las RRSS. Lo hago habitualmente así que en este caso su inmediatez fue aún más imprescindible y su imparcialidad también, puedes encontrar la información, toda, la que te gusta y la que no, tú seleccionas las fuentes y los prismas sobre los que montar tu propia opinión al respecto.
¿Qué estaban haciendo mis hijos mientras tanto?
Jugar. No se enteraron de nada. No supieron nada de lo que había pasado. De jugar a la Play pasaron a hacer los deberes del cole y después, juntos, ellos y yo a colocar ropa en las pausas de “Modern Family” mientras yo la iba doblando a la par que veíamos la serie.
Después duchas, pizzas y el Capítulo IV de Star Wars nos llevó directamente a la cama. No hubo más información ni para ellos ni para mí durante todo el sábado.
¿Por qué?
Primero porque surgió así, sin más pero también es verdad que el sábado,
cuando aún las versiones eran incluso contradictorias en algunos puntos, no me pareció el día más adecuado para explicarles nada. Porque no tengo prisa en que de pronto piensen que en una de las ciudades en las han estado, un señor puede llegar a disparar a gente en una terraza de un restaurante, en un concierto de música o en un estadio de fútbol.
Porque hay muchas cosas que les quiero explicar para que no entren en el bucle de los fanatismos o los inmigrantes o peor aún, los refugiados.
¿Y cuándo?
Pues el domingo. La noche del domingo fue cuando conocieron las noticias, cuando las vieron en la televisión con nosotros al lado, cuando necesitaron de explicaciones y se las dimos, cuando reconocieron calles o plazas por las que han paseado este pasado verano y se han sentido (sobre todo ElMayor) más vulnerables de lo que pueden gestionar en su cabeza, con su lógica infantil.
“¿Mamá, pero eso puede pasar aquí?” Esa fue la pregunta que le hizo aterrizar y con esa pregunta sabíamos que perdía un poco de inocencia y ganaba un poco de miedo en su crecimiento, en su madurez.
Esa pregunta a la que respondes diciendo medias verdades “Es poco probable que ocurra aquí, cariño. Piensa que la policía está muy pendiente de
estas cosas en España desde que pasó el atentado en los trenes, antes de que tu nacieras.”
Sí, es evidente que le mentí, le mentimos. Y no me arrepiento de ello y volvería a hacerlo, porque no gana nada con 11 años si le digo que claro que puede ocurrir aquí, en su país, en su ciudad.
Tampoco le contamos que Eurodisney ha cerrado durante dos días por motivos de seguridad por primera vez desde que se inauguró el parque; parque en el que han pasado los mejores momentos de las vacaciones este año.
Para algunos supongo que esto también es mentir. Para mí es alejarle de un miedo que no le va a ayudar a crecer libre sino todo lo contrario.
¿Y ahora?
Ahora han pasado cuatro días. Han visto más cosas y han podido hablar con más gente. Han tocado el tema por encima en clase y han guardado un minuto de silencio en el patio del colegio.
Ahora nos planteamos solucionar sus dudas con respuestas concretas, no con explicaciones absurdas. Ahora vamos andando poco a poco, paso
a paso, para que sin ser ajenos a la realidad, esta no les robe parte de su
infancia, sobre todo a ElMayor, de momento ElCanijo parece más impermeable a la realidad que él a sus siete años considera “lejana” por el hecho de que la ve en la tele.
Ahora llegan sus propias reflexiones y surgen sus propias preguntas: «Mamá ¿y por qué han hecho eso?» Y su padre y yo les respondemos, les hablamos del ahora y de la historia, les contamos de donde vienen estos lodos.
Porque no, no soy de negarles ni una sola respuesta a mis hijos y tampoco soy de engañarles para que no sufran pero no me recreo en una realidad que ya a los adultos nos cuesta entender como para hacérsela entender a dos niños de siete y once años que están en el momento de pensar que
su padre o yo no nos vamos a morirnunca.
No creo que tenga derecho a robarles eso porque entonces los que siembran el terror y aquellos que los finanzan, habrían ganado un poco más y no, no estoy dispuesta a cederles ni un milímetro de mi vida ni por supuesto de la de mis hijos.
Tenia pendiente leerte tranquilamente porque como dije, mi información de los hechos fua a través de las rrss, para bien y mal.
Ayer mi hija no podía dormirse, nosotros no le contamos nada de lo sucedido, quizás por no enseñarle el miedo tan pronto, tiene 9 años, así es como en casa no se ven las noticias, tampoco pensamos que se enteraría, ha habido más muertos en otros lados y nadie le ha contado nada. El caso es que salió llorando de su habitación por la noche, que tenía miedo.
Por lo visto guardaron un minuto de silencio en clase y ella al preguntar por qué sus compañeros le dijeron de todo, verdades y mentiras y se asustó.
Quizás debimos explicárselo antes, pero en su cole jamás han guardado silencio por las otras muertes…
La pregunta, igual que el tuyo: ¿pero esto puede pasar aquí?
Es difícil, muy difícil explicar a una niña que si, que la posibilidad siempre estará pero no se puede vivir con miedo. Hay que vencerlo y seguir para adelante.
Conseguimos calmarla y explicarle sus dudas, pero sabemos que su cabecita sigue dando vueltas…..
Gran post Pilar 🙂
¡Muchas gracias Lydia! Por supuesto que conseguiréis calmarla, ese es el "superpoder" que tenemos los padres y las madres cuando aún son pequeños y ella aún lo es.. Si les decimos que algo es así, ellos no dudan, es así y punto. Por eso hay datos que yo no les he dado a los míos hasta que han preguntado, fundamentalmente ElMayor con el que a día de hoy me ha tocado hablar ya hasta de geopolítica internacional a raíz del bombardeo de Francia. Es evidente que esto no ha terminado en lo que a explicaciones se refiere…