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Plan de sábado por la tarde: Una exposición.
¿Perdón?¿Qué la loca de mamá dice que
nos vamos a perder la Play y/o la siesta por una exposición?
nos vamos a perder la Play y/o la siesta por una exposición?
No, pero es que es una exposición que
nos van a enseñar y nos van a explicar y…
nos van a enseñar y nos van a explicar y…
¿Y…?
Y además es una exposición que han
elegido un grupo de niños, bueno ¡un grupo de 100 niños! vamos que lo que está en la exposición
lo han seleccionado ellos, niños de 11 años concretamente.
elegido un grupo de niños, bueno ¡un grupo de 100 niños! vamos que lo que está en la exposición
lo han seleccionado ellos, niños de 11 años concretamente.
Bueno, pues si a eso lo acompañamos de
un paseíto y unas tapas por Madrid ¡vale,vamos!
un paseíto y unas tapas por Madrid ¡vale,vamos!
¿Os suena lo de alimentar el cuerpo y
el espíritu?
el espíritu?
Y allí nos plantamos los cuatro.
La Fundación Telefónica ha
desarrollado durante el pasado año 2015 una experiencia de esas que me
encantaría que fuera altamente contagiosa.
desarrollado durante el pasado año 2015 una experiencia de esas que me
encantaría que fuera altamente contagiosa.
Se trata de un proyecto pedagógico desarrollado con dos
colegios de la Comunidad de Madrid y con 100 de sus alumnos, por el que ellos
han sido los comisarios de esta exposición que ahora se puede recorrer en una
de sus salas precisamente bajo el título de “Sin Título”.
colegios de la Comunidad de Madrid y con 100 de sus alumnos, por el que ellos
han sido los comisarios de esta exposición que ahora se puede recorrer en una
de sus salas precisamente bajo el título de “Sin Título”.
Unas setenta obras de distintos autores
pertenecientes a la colección artística de la Fundación y que no se exhibían
desde los años 90’, han sido las elegidas por los niños.
Ellos seleccionaron
estas obras, se documentaron sobre ellas, identificaron temáticas, las
reinterpretaron e incluso las titularon de nuevo y alguna de ellas además ganó
hasta una historia por capítulos que merece mucho la pena ser leída por los visitantes a la muestra.
pertenecientes a la colección artística de la Fundación y que no se exhibían
desde los años 90’, han sido las elegidas por los niños.
Ellos seleccionaron
estas obras, se documentaron sobre ellas, identificaron temáticas, las
reinterpretaron e incluso las titularon de nuevo y alguna de ellas además ganó
hasta una historia por capítulos que merece mucho la pena ser leída por los visitantes a la muestra.
La visión infantil no deja de
sorprendernos, a veces parece mentira que hace sólo unas décadas, nosotros
también formáramos parte de ese mundo mágico infantil en el que una sonriente escultura
sin pies de Juan Muñoz, esconde tantos secretos.
sorprendernos, a veces parece mentira que hace sólo unas décadas, nosotros
también formáramos parte de ese mundo mágico infantil en el que una sonriente escultura
sin pies de Juan Muñoz, esconde tantos secretos.
La recorrimos de la mano de Flavia que
nos fue contando cómo y por qué se había organizado la muestra de este modo,
además algunos de los niños que nos acompañaban en el recorrido, aportaban su
propia visión y su propia lógica a la obra de arte y a lo que habían planteado
los “comisarios” de esta peculiar exposición.
nos fue contando cómo y por qué se había organizado la muestra de este modo,
además algunos de los niños que nos acompañaban en el recorrido, aportaban su
propia visión y su propia lógica a la obra de arte y a lo que habían planteado
los “comisarios” de esta peculiar exposición.
Estuvimos menos tiempo del que nos
habría gustado, seguro y del que hubiera merecido la muestra también pero en el
tiempo que estuvimos cuando Flavia nos dejó recorrer la muestra a nuestro aire después de sus indicaciones y explicaciones,
los adultos pudimos jugar de nuevo a ser niños, pudimos re-titular alguna de
las fotos, pudimos participar pintando y borrando con luz, pudimos formar una
figura sólo con superficies blancas y negras.
En definitiva, pudimos sentir
como la imaginación y el arte hablan el mismo idioma, se complementan y se
reconocen y nos hacen la vida más bella e incluso más entendible aunque quizás
menos lógica pero llegados a este punto quizás habría que parafrasear aquello de… ¿qué es la lógica sin un ojo que la mire?
¡Pues ya está!
habría gustado, seguro y del que hubiera merecido la muestra también pero en el
tiempo que estuvimos cuando Flavia nos dejó recorrer la muestra a nuestro aire después de sus indicaciones y explicaciones,
los adultos pudimos jugar de nuevo a ser niños, pudimos re-titular alguna de
las fotos, pudimos participar pintando y borrando con luz, pudimos formar una
figura sólo con superficies blancas y negras.
En definitiva, pudimos sentir
como la imaginación y el arte hablan el mismo idioma, se complementan y se
reconocen y nos hacen la vida más bella e incluso más entendible aunque quizás
menos lógica pero llegados a este punto quizás habría que parafrasear aquello de… ¿qué es la lógica sin un ojo que la mire?
¡Pues ya está!
PD.- Si vais, mejor dicho ¡cuándo vayáis!
No dejéis de mirar bien a los ojos al astronauta de Joan Fontcuberta a ver si
reconocéis a alguien…
PD2.- No, no he querido mostraros más obras ni más interpretaciones, el factor sorpresa siempre hace estas experiencias aún más divertidas y bastantes detalles os he desvelado ya…