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Sí, vuelvo aunque no me ajuste del todo al tema de este mes pero me parece tan interesante lo que ha sucedido (y seguro que a las mamás de peques por encima de los seis también…) que me he tomado la licencia de salirme un poco del tema este mes. Espero que me dejen volver el próximo mes…
El caso es que en verano recibí un mail de una amiga en el que me decía algo así como “mira lo que me pasa ¿se te ocurre algo?”
No se me ocurrió nada que decirle para echarle una mano… pero sí publicar lo que ella me envió, con su consentimiento claro y apelar a vuestro sentido común… ¿vosotras que haríais?
Sí, el tema es complicado: los amigos y las amigas de nuestros hijos. Esas relaciones que nos gustaría conocer al milímetro pero que debemos asumir que no podemos controlar, esas relaciones que a veces van un paso más allá y de la amistad pasamos al enamoramiento adolescente con todo lo que eso conlleva.
Aquí está su historia, no sólo se aceptan sino que se agradecen (y mucho) los comentarios y la reflexiones.
“Me llamo M.
Soy madre de una adolescente, buena estudiante, buena persona, y sobre todo buena amiga de sus amigas.
Mi hija y sus amigas hicieron “pandi” cuando tenían seis años y no se han separado más que lo imprescindible, a lo largo de los años han sido capaces de admitir a alguna niña nueva del colegio, pero las primeras cinco son clones, hasta hace poco hasta tenían que compartir extraescolares, si una, o su madre quería aprender la cría de los canarios en cautividad, allá iban las demás sin
dudarlo.
Ni podíamos regañar a una de ellas sin que las otras se dieran por aludidas y salieran en su defensa.
El apoyo que se demuestran, la ayuda que se han prestado con los deberes o con la muerte del abuelo, saber que las compañías son inmejorables o saber que si yo no podía recoger a mi hija lo haría la madre de cualquiera de sus amigas y por supuesto he recogido a las amigas cuando ha hecho falta…. Para mi ha sido muy tranquilizador. Les doy las gracias por ello cada vez que puedo.
Pero, ha llegado la hora de los novios. Y no sé si lo están gestionando bien.
Todas entienden que ya no se van a ver todos los días, todos los ratitos de día más bien o que si quedan el sábado va el novio de Ana, y los amigos del novio, que se conocen todos y son buenos chicos. Eso no les supone demasiados problemas.
Pero hay otras cosas que sí, han descubierto que los secretos que hasta se guardaban las unas a las otras celosamente ahora lo saben los novios (el de Ana más concretamente) y no saben si el resto de los chicos también se enteran o no y no les gusta.
No quieren que el resto del mundo se entere de si tienen la regla o los deberes o la cama por hacer o si de mayores quieren ser astronautas.
Hace un par de día ha llegado la gota que colmaba el primer vaso.
Iban ellas, y algún novio y más amigos a pasar un día a la piscina del chalé del abuelo… pero había que volver pronto porque Ana quería ver a su novio y sino no le daba tiempo.
Por fin podemos ir casi todos un día ¿y nos tenemos que venir una hora antes porque si venimos en el último autobús Ana no ve a su novio? Pues por no dejar a Ana sola la mitad volvieron a una hora y mi hija y otra de las amigas y tres chicos, más tarde. Y pocos volvieron contentos.
Han pasado una semana dándole vueltas. Porque hasta ahora si una de las amigas tenía que volver porque lo decían sus padres, volvían todas sin problemas pero y te escribo lo que escuché: “El novio de Ana no va a decidir mi vida”.
Sinceramente escucho a mi hija y no sé qué decirle, doy la razón a mi hija de no dejar que otro decida lo que tiene
que hacer y sobre todo, que no se vea condicionada por el novio de nadie para que el día que la novia sea ella, no sienta que él manda pero no sé qué consejo puedo darle o si debo aconsejarla para que todo esto no les enfade ni les separe.
Gracias por escucharme.”
Qué Difícil! Y lo peor es que a mi nonme queda tanto para enfrentarme a eso!!
Creo q lo mejor quebpuedes hacer es razonarlo con tu hija como has hecho, ybqie ella decida, lo mejor para ella. Tiene razón el novio de otra no va a decidir por ella, tiene claro sus prioridades esa es buena señal.
Besos
Uff, que difícil. Consideró que cuando se tiene novio pues tienes que redistribuir tu tiempo entre las cosas que quieres, esto es la familia los amigos y el novio. Pero al igual que cuando tienes un hijo y vuelves a redistribuir tu tiempo. La chica con novio tiene que ser ella la que se organice, como dices, que no porque otro lo diga tienes que hacer o donde ir o cómo vestirse. Una relación debe ser respeto y consenso no un soy yo más que tú (muchas veces eso denota un complejo de inferioridad que para aliviarlo necesitas tener a alguien debajo a quien machacar o dominár) si Ana quiere ver al novio, que lo vea, que quede con el. Pero que no condicione los planes delos demás, que se organice y quede con todo el mundo cuando todo el mundo pueda. Me explico, que si hoy toca amigos, otro día toque novio. Pero eso es difícil cuando es un amor de adolescencia, si yo tuviera 15 años menos no sabría si actuaría como pienso ahora después de las vivencias que he tenido
Pienso igualito que tu!!
Bufh, qué situación más complicada, ya me gustaría a mí tener la respuesta, pero no sé, creoq ue hasta que no me vea en la situación real pues no sé cómo actuaría o qué sería lo correcto.
Se nos hacen mayores y nos enfrentan a nuevos retos, es como pasar fases de un videojuego.
Eso mismo me pasa a mí.. no sé, es evidente que ellos crecen y las preocupaciones, cambian.