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Empieza a ser una costumbre
desagradable, os lo confieso.
Esto de que arranque el curso y las
noticias me generen la necesidad de revisar los contenidos de los libros de mis
hijos
, de verdad que no me gusta nada.
Este año no nos ha tocado ¡menos mal!
pero aún así…
¿Qué pretendemos que aprendan con los
libros que llevan algunos niños de primero y de cuarto de ESO este nuevo curso? Ganas de vomitar, eso es lo que más provocan.

El año pasado ya os contaba la desagradable sorpresa que supuso el libro de Social Sciences de ElMayor, lo que le contaba de la historia de nuestro país y a quiénes destacaba (y por qué..) como «mujeres en la política» y a quienes olvidaba con total descaro. Una aberración, sencillamente.
Este año, cuando saltó la noticia
sobre la forma de explicar la ironía en el libro de Lengua y Literatura de 1º
de ESO, editado por Santillana pensé que sería muy mala suerte que nos tocara
de nuevo y no, esta vez nos hemos salvado de que le hablen de la ironía como
plantea el libro.
Estoy tremendamente a favor de
utilizar el sentido del humor para enseñar
y explicar y aún más si el auditorio
es de niños de 11 y 12 años más perdidos que una cabra en un garaje con nuevos
profesores, nuevos compañeros y nuevo “colegio”. Me parece muy oportuno y hay
muchos ejemplos en la literatura española
para hablarles de la ironía, para
explicársela, para que la entiendan e incluso para que echen unas risas en
clase con el profesor.
Lo que no veo es la necesidad de
hablarles de “marrones” y expertos en “escaquearse”. Llamadme rancia pero en
clase de Lengua y Literatura quiero que sea mi hijo el que aprende y el
profesor el que enseña
pero en este libro parece que es al contrario. Sí, es
genial lo de hablarles en su idioma pero ¿no les estábamos enseñando a hablar
precisamente en esta asignatura?¿y para ello bajamos así el nivel de nuestra
conversación, de nuestro vocabulario?
Todo esto sin meterme en que a los
niños de 11 y 12 años, eso de que aprendan a quitarse de en medio cuando aprecien que hay trabajo a la vista no me parece ni lo más sensato ni lo más educativo.
Seguimos viendo como en las aulas, en los pasillos y en los recreos se sigue
presionando socialmente al “empollón”,
a aquel que estudia, que trabaja, que
presenta los proyectos a tiempo, que participa en el grupo, que responde al
profesor cuando lanza una pregunta al aire… ¿qué les estamos enseñando
entonces?¿qué nos podemos seguir burlando de ellos porque lo de esforzarse es
de “pringaos”?
Me parece increíble que no lo hayan
pensado en la editorial Santillana cuando se decidieron a publicar el libro de
1º de ESO de Lengua y Literatura, la verdad.

Cuidado con el feminismo radical

Y llegamos a cuarto de ESO y vuelve a
haber un libro de texto que levanta ampollas y con razón.
Ante un alumnado de entre 15 y 16
años, el libro de Ética que ha editado este año la editorial Santillana, habla
de “movimientos feministas radicales” que defienden “el lesbianismo como
la mejor opción sexual para las mujeres”
¿a quién se le ha ocurrido semejante
disparate?
Cuando andan las hormonas
revolucionadas, cuando algunos adolescentes se están dando cuenta de que su
sexualidad es diferente a la de la mayoría, cuando buscan respuestas a veces en
entornos que no son los mejores, el libro de texto nada menos que de ética les
azota con semejante barbaridad.
Obviamente ya van por más de 10.000 las
personas que a través de change.org ha pedido la retirada inmediata del libro
porque se salta los derechos y las libertades a la torera, vamos que de respeto
y ética se encuentra poco en el párrafo antes mencionado sobre feminismo.
No nos olvidemos que el año pasado en
el libro de Biología y Geología de 3º de ESO, la misma editorial: Santillana,
tuvo que rectificar el texto
por su forma de definir lo que ellos entendían por
malos tratos físicos y psicológicos. Que podrían entender lo que quisieran, el
problema es que con esas visiones sesgadas pretenden educar a nuestros hijos y
claro, algunos padres y madres no están muy por la labor y hacen muy bien.
No se entiende que esta editorial,
perteneciente al grupo PRISA y al fondo de inversión estadounidense Liberty,
plantee unas ideas tan retrógradas, tan sesgadas, tan injustas… o bueno, quizás
sí se entienda si tenemos en cuenta de donde vienen algunos  de sus consejeros como el expresidente de
México Ernesto Zedillo o el mismo Juan Luis Cebrián. Motivos más que
suficientes para estar cada día más convencida de que esto de los libros de
texto a los que menos beneficia al final es a los propios estudiantes.
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2 thoughts on “Ganas de Vomitar: Revisando los Libros de Texto de Nuestros HIjos

  1. Muy interesante.Y tienes toda la razón. Mis hijos no tienen libros en el cole, bueno casualmente uno que es el de la asignatura de español y ¡vaya tostón! como robots. No entiendo como no se dan cuenta que así no está funcionando la enseñanza. Un beso

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