0 0
Read Time:4 Minute, 7 Second
Hoy os traigo “Los Cuerpos Extraños”
de Lorenzo Silva
, una novela manchada de la realidad más sucia de nuestro país,
de nuestra clase política y de nuestra economía más corrupta.

“Vino y pasó la primavera, con otros
muertos y otros afanes, porque la vida no se para y tampoco la muerte tiene esa
costumbre”

Porque yo es que empezaba el año que
este mes termina rompiendo una de mis malas costumbres lectoras: no había leído
novela negra hasta entonces.
Ahora, eso sí, de enero de 2016 a diciembre de
2016, me he puesto morada de leer novela negra.
Cierro el año precisamente con un
autor del que ya os he hablado, un autor que comencé a leer este 2016 y que me
ha enganchado a sus historias, bueno a las del inspector de la Guardia Civil, Bevilaqua más concretamente.

“Todo hombre mezquino encuentra al
menos una ocasión para saborear el triunfo en esta vida, una ocasión que suele
estar a la altura de sus hechuras éticas y estéticas.”

Lorenzo Silva es de esos autores que
no hacen ruido, no salen en los medios si no es por sus libros, no escriben
tuits incendiarios y no hacen declaraciones polémicas. Todo eso lo guarda para
las historias de Bevilaqua y con ese material plantea unos diálogos lacerantes
y unas circunstancias tan visuales que leer uno de sus libros es como estar viendo
una película, en nuestra cabeza.
Con “Los Cuerpos Extraños” lo que pasa es que el
mal sabor de boca te lo deja una ficción que huele asquerosamente a realidad
,
hablar de corrupción urbanística en la costa mediterránea es hablar de la
normalización de la basura política. Vamos, que no hay que echarle imaginación
precisamente y por eso engancha más e indigna más.

Bevilaqua es adictivo

“…uno no acaba siendo nunca lo que no empieza a ser en algún momento..”

Quizás sea esa pose de venir de vuelta
de casi todo, ese toque canalla, esa incapacidad para los compromisos y sin
embargo esa sinceridad con sus parejas, esa monogamia consecutiva que maneja,
ese respeto por su compañera de trabajo y esa complicidad con su hijo, quizás
sea todo eso lo que hace que Bevilaqua sea un personaje adictivo.
Le conocía en marzo de este año que termina en “La Marca del Meridiano” y ahora en diciembre volver a leerle es
tener la sensación de que es alguien conocido, alguien que vino a casa a tomar
una cerveza hace sólo unos días.

“A veces, en la vida, uno se tropieza
con gente así, y si uno está del lado del cañón 
de la pistola, más le vale agacharse, y si es al revés, y quien empuña
la pistola no tiene escrúpulos y quiere lo que el otro impide, aprieta el
gatillo.”

Chamorro es el ancla

Claro, es evidente que Bevilaqua no
sería lo que es sin un personaje como Chamorro
para darle la réplica.
Los diálogos entre ambos policías
tienen vida propia dentro de la trama del libro porque todos tenemos vida
propia fuera del trabajo, o al menos lo intentamos. Son personajes con aristas,
no están vacíos.
Sabemos que piensan como piensan y a
veces reaccionan de ese modo, porque no siempre es el trabajo el que influye en
la vida personal, a veces también es al revés y eso es siempre muy agradecido
cuando se lee un libro y se echa mucho de menos cuando no se encuentra en una
trama, Silva lo cuida con mimo y sus historias son más redondas por eso y se
leen casi sin pestañear.

Silva es el culpable

Así, sin medias tintas, es el único y
verdadero culpable de lo que sufren Chamorro y Bevilaqua
y a él le encanta,
seguro.
Lorenzo Silva es madrileño y
licenciado en Derecho. Hasta 2002 ejercía como abogado pero las letras pudieron
más que las normativas y las leyes y sin perder un abogado, los lectores ganamos
a uno de esos autores con los que uno se lleva una alegría cuando abre uno de
sus libros para empaparse de sus historias.
En el año 1997 quedó finalista del
Premio Nadal con “La flaqueza del bolchevique”, galardón que se llevaba a casa
en el año 2000 con “El Alquimista Impaciente”.
En 2012 ganaba el Premio Planeta con “La
Marca del Meridiano” y ese fue el tercer libro (en el mes de marzo) de novela negra
que me leí en este año que termina, en enero Isabel Allende con su tremendo “Juego
de Ripper”, en febrero “Cicatriz” de Juan Gómez Jurado y de nuevo de este
autor, en octubre “El Paciente” para terminar diciembre con Lorenzo Silva y este
“Los Cuerpos Extraños”. Es evidente que no puedes decir que algo no te gusta,
hasta que no lo pruebas… al menos en lo que a géneros literarios se refiere.
dos lecturas intensas e interesantes Previous post Estrenos de cine para las vacaciones: dentro y fuera de casa
técnicas para estudiar Next post De cartas a estudiantes suspensos con falta de ganas en escuelas rancias

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos
Responsable Pilar Fonseca +info...
Finalidad Gestionar y moderar tus comentarios. +info...
Legitimación Consentimiento del interesado. +info...
Destinatarios Automattic Inc., EEUU para filtrar el spam. +info...
Derechos Acceder, rectificar y cancelar los datos, así como otros derechos. +info...
Información adicional Puedes consultar la información adicional y detallada sobre protección de datos en nuestra página de política de privacidad.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.