
¿Conocéis la Plaza Mayor de Madrid?
No, no digo si sabéis que existe o si la habéis visto en la tele o si la habéis
paseado en Navidad.
verdad la historia de esta plaza y aún menos si son madrileños. En serio, los madrileños
somos los que menos conocemos nuestra ciudad y sus historias.
nosotros no éramos una de ellas hasta ahora. Pasad que os cuento nuestra
estupenda experiencia en la Plaza Mayor de Madrid.
más a los vecinos, a los madrileños y que no deje de ser un lugar de visita en exclusiva de los
cientos de miles de turistas que pasean la ciudad.
guiadas de carácter gratuito en las que una guía (una historiadora, en nuestros
caso además una apasionada por la plaza y su historia) va recorriendo con el
grupo los rincones de la plaza mientras desvela algunos de sus secretos.
Apreciar lo que somos,
apreciar nuestra historia
Si no conocemos de dónde venimos no
podemos saber quiénes somos en realidad. Si no conocemos nuestra ciudad nos
cuesta mucho entendernos como sociedad.
otra ciudad dentro de nuestro país o no, nos preocupamos por conocer un poco
más su historia y los acontecimientos y sin embargo ¿por qué no conocernos un
poco más a nosotros mismos?
Con nuestras luces y nuestras sombras, nuestras
bondades y nuestras miserias. No somos ni mejor ni peor que nadie por haber
nacido en uno u otro lugar, eso es evidente pero merece la pena conocer y
reconocer que son más los aspectos que nos hacen iguales que aquellos que
creemos que nos hacen diferentes.
remontan a los árabes que se asentaron en Madrid y a la laguna que había justo
en el lugar del que hoy os hablo. Sí, una laguna de semejantes dimensiones.
leyenda esa que hay sobre las cuevas que recorren la plaza y sus aledaños pues
es eso, una leyenda.
No hay cuevas, no hay cimientos hacia abajo, hay vigas de
madera sobre las que se edificó la plaza, hay sótanos pero no cuevas lo que pasa
es que la imaginación popular es una maravilla y se desata en cualquier momento.
van dando los ciudadanos van configurando la plaza como la conocemos ahora.
La visita dura en torno a la hora,
quizás un poco más y a pesar de los calores que tuvimos la verdad es que no se
hace pesada ni aburrida en ningún momento.
relaciones extramatrimoniales de algún rey, las corridas de toros que se
celebraban en la plaza, los ajusticiamientos de pena de muerte que congregaban
casi el mismo número de parroquianos que las representaciones teatrales….
Y los
tres incendios que hacen que la plaza actual sea más nueva de lo que debería
después de las sendas reconstrucciones que tuvieron que llevarse a cabo.
devastadores y los tres se provocaron en verano, me resultó muy curioso conocer
ese dato teniendo en cuenta la cantidad de braseros de leña y carbón que
deberían tener los vecinos de la plaza funcionando durante el invierno.
llegan hasta la plaza en su mayoría muestran qué es lo que se vendía en cada
zona. La plaza era un enorme mercado y los distintos gremios se distribuían por
ella.
principales, las más anchas, son nombres de ciudades que merecían el honor de
ser recordadas por la corte, en la capital del reino precisamente por su papel
rechazando las tropas francesas cuando intentaron invadir el país.
pasado y por la memoria de una ciudad que no se conoce tan bien como debería.
Un paseo para aprender de los errores, para no volver a repetirlos nunca más,
para sumar, para crecer y para descubrirnos como ciudadanos del mundo, no sólo
de Madrid.
[…] la ciudad, venid a Madrid si no sois de aquí y perdeos por la Plaza Mayor, por su pasado y por su presente. No os lo vais a […]