
Ya sí que no podemos negar que hemos aterrizado en el nuevo año y llegó el momento de abrir la puerta a la cordura y la sensatez con estos cinco consejos, cinco reflexiones o cinco tips cargados de salud.
Son fáciles, no hace falta que cambiemos radicalmente de hábitos pero sí, algo de esfuerzo por nuestra parte tendremos que hacer aunque los resultados seguro que nos compensan de sobra.
Se trata de cuidar nuestra salud sin tonterías y sin excusas, cuidarnos y mimarnos casi sin darnos cuenta.
Se trata de dejar de castigarnos con productos que llamamos alimentos aunque no lo sean y de paso, ahorrarnos unos euros que tampoco es nada despreciable dado como están las cosas.
¿Os apuntáis a esta nueva aventura? Pues empecemos:
1.- Agua

Sí, vamos a tratar de beber un poco más de agua hasta llegar al litro y medio que recomiendan todos los médicos a los que preguntemos. Vamos a dejar olvidadas las bebidas refrescantes y azucaradas, vamos a reducir todo lo que podamos las bebidas excitantes y vamos a sacar de nuestra nevera las bebidas energéticas, si es que alguna vez cometimos el error de dejarlas entrar.
No, ni una, ahí sí que nos vamos a poner más radicales porque se ha confirmado que las bebidas energéticas son muy negativas para el corazón, aumentan su actividad eléctrica y por ello pueden provocar arritmias y alteraciones del ritmo cardiaco.
Las bebidas energéticas suben la presión arterial y ese cambio se mantiene más allá de seis horas después de que se ingiriera esa bebida. Así que fuera de nuestra mano para siempre.
Lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos: beber agua.
2.- Fruta

No puede ser que cada año comamos menos fruta según señalan todas las estadísticas. Deberíamos comer fruta a diario pero no lo hacemos y no, el zumo no es fruta porque le estamos quitando la fibra, tan saciante como saludable.
No se trata de liarnos con el último invento de los batidos détox de frutas o verduras, se trata de que comamos de forma sensata y saludable y nos dejemos de modas, tonterías y sobre todo pereza.
Es increíble que comamos tan poca fruta porque nos dé pereza lavarla y pelarla ¿os lo podéis creer?
Nos dejamos llevar por el envase y al final nuestra dieta y nuestra salud se resienten comemos pocos productos naturales, como la fruta y sin embargo tomamos demasiada azúcar, algo de lo que hemos hablado en el blog y que sigue siendo un tema que nos preocupa en casa.
3.-Estirar

Sí, tenemos una vida sedentaria en la que pasamos la mayor parte del tiempo sin movernos de la silla y nuestro cuerpo se resiente.
Los músculos se contraen y los dolores empiezan a aparecer así que aunque sólo sean cinco minutos al día deberíamos aprender a parar de hacer lo que estemos haciendo y dedicarnos a estirar esos agarrotados músculos que castigamos con nuestra falta de movimiento.
Cinco minutos al día de estiramientos como estos tipo Pilates o sino, si queremos y podemos ir un poco más allá ¿porqué no empezamos con el yoga de una manera suave y progresiva?
4.- Movernos

Esto es imprescindible para todos adultos y niños porque en esto de la salud y la obesidad, el movimiento no conoce edades.
Y si además, lo de movernos lo hacemos en el campo, al aire libre, en plena naturaleza aún mejor porque según los pediatras españoles a nuestros niños les faltan horas de salir fuera de casa, de saltar en los charcos, de correr por el campo, de subir a un árbol e incluso, les faltan arañazos en las rodillas como teníamos nosotros a su edad ¿os acordáis?
Juego libre y al aire libre, en un descanso de un paseo que organicemos, en una excursión, en una salida en bici o en una ruta en la que nos planteemos hasta acampar y todo.
Los niños necesitan estar en contacto con la naturaleza aunque nosotros no terminemos de entenderlo como padres porque resulta que ayuda a su sistema inmunológico a mejorar enfermedades crónicas e incluso parece que reduce algunos problemas de conducta.
Son todo beneficios, ya lo veis y no es tan complicado encontrar un entorno cercano por el que salir con la mochila a dar un buen paseo.
5.-Dormir

No, no es una contradicción, de hecho cuanto más nos acostumbremos a movernos durante el día, más calidad tendrá nuestro sueño por la noche y necesitamos eso dormir y dormir bien. Porque resulta que acaban de demostrar que dormir mal aumenta las posibilidades de que en un futuro seamos enfermos de Alzheimer y no es una perspectiva especialmente halagüeña ¿verdad?
Además, vuelvo a recordar que somos padres y madres y que deberíamos dar ejemplo porque resulta que nuestros niños, los niños españoles duermen poco y eso no es bueno para su salud.
Se acuestan demasiado tarde para lo pronto que se levantan normalmente y eso repercute en su día a día, su calidad de vida y su salud.
Ya veis que son sólo cinco buenas intenciones, cinco prioridades para empezar el año cuidando nuestra salud de verdad.
Nada de proponernos subir una montaña así para empezar, vamos paso a paso con metas que realmente podamos abarcar y que nos animen a continuar en el empeño. Se trata de cuidarnos y eso debería ser una prioridad siempre ¿no os parece?
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