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El otoño también tiene su lado menos amable y tiene forma de alergias de otoño.
Sí, es una época en la que nuestra salud puede debilitarse por distintos motivos.
En mi caso es matemático, los catarros o resfriados de otoño son mucho más frecuente que en invierno. Vamos que el frío nos hace más fuertes, parece ser.
Alergias, problemas estomacales, resfriados… el tema de la salud en otoño puede ser complicado.
Estamos pendientes de que los más pequeños se abrochen el abrigo pero nosotras a veces salimos de casa a medio abrigar o con el pelo mojado o con una chaqueta demasiado fina porque pensamos que vamos a estar poco tiempo en la calle.
Nos preocupa que nuestros hijos se alimenten mal y sin embargo nosotras a veces nos comemos cualquier cosa deprisa y corriendo y eso no es nada bueno.
¡Vamos a cuidarnos!
En otoño hay distintos factores que pueden hacernos caer en el moqueo, los estornudos y las narices rojas y no por el frío incipiente sino por las reacciones alérgicas que podemos sufrir.
Es evidente que los cambios de estación conllevan también ciertos cambios en nuestro comportamiento, en otoño por ejemplo suele aumentar la humedad (este otoño esto es evidente) y a mayor humedad, más ácaros.
Pasamos más tiempo en casa precisamente por ese aumento de humedad y la bajada de las temperaturas, luego es más probable que esos ácaros nos afecten más.
La rinitis alérgica no es exclusiva del otoño pero es que no se va nunca. Es una reacción de las membranas de la mucosa de la nariz después de una exposición a algunos alérgenos como el polvo o el polen.
Los mocos, los estornudos se pueden confundir con un resfriado común pero no es lo mismo, incluso a veces puede acompañarse de síntomas asmáticos.
La alergia a epitelios animales, la que provoca el pelo de las mascotas, que no es que suelten más pelo en esta época (aunque a veces sí lo pueda parecer), es que venimos del verano, época en la que estamos más tiempo fuera de casa y ahora con el frío y la lluvia pasamos más tiempo con ellos, dentro de casa, lo que nos puede afectar.
En otoño es probable que tengamos un pico de estrés, hemos aterrizado del verano y nos tenemos que organizar de nuevo: clases, trabajos, horarios de toda la familia, organización familiar,… Todo ello nos puede producir un estrés que baje nuestras defensas y haga que nos afecten algunas de las patologías citadas.
O incluso la dermatitis atópica, si habéis tenido algún caso en la familia quizás veíais como el otoño aumentaba la aparición de este incómodo problema en la piel.
Acciones que ayudan
– Mantener la casa ventilada, en lo que sea posible es recomendable evitar los ambientes con aire viciado
– No abusar de la calefacción y mantener las estancias de la casa a la misma temperatura, más o menos para evitar los cambios bruscos.
– Cambiar los filtros de la calefacción y el aire acondicionado, para evitar bombear aire con polen o ácaros
– Quizás sea el momento de quitar los peluches de las camas de los niños
– ¿Cómo te organizas para cambiar las sábanas de las camas? Si tienes síntomas de resfriado que quizás sea realmente una reacción alérgica, es buen momento para cambiar las sábanas con más frecuencia.
– El aspirador es tu aliado y la limpieza del polvo en la casa es mejor que sea más frecuente en esta época.
– Algunos médicos recomiendan que en esta época tomemos probióticos para repoblar y optimizar nuestra flora intestinal y así esta pueda combatir las bacterias patógenas y asegurar la correcta asimilación de nutrientes a través de la mucosa intestinal.
– También se apunta a que el zinc contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario.
Con un poco de cuidado, un poco de tranquilidad, con un mucho de sentido del humor y otro tanto de sentido común, podemos pasar el otoño con mejor salud de la que pensábamos en un principio ¿nos ponemos a ello?
