
Quizás la mujer en el deporte y la cultura sea lo que va a cambiar el mundo y no lo hará sola, por supuesto, lo haremos juntos hombres y mujeres o sino no habrá valido de mucho el intento.
Hoy os hablo de mujeres que hacen deporte pero que no creen que por eso vayan a cambiar el mundo y de mujeres que cambian su mundo y consiguen que todo cambie a su alrededor.
Os hablo de baloncesto y de cine, de ballet y de género, de ser crítico con uno mismo y de reafirmarse en sus decisiones, todo al mismo tiempo y todo en la piel de mujeres reales.
Laia Palau, la más grande del baloncesto español
Sin duda Laia lo es, lleva jugados 276 partidos internacionales con la selección española de baloncesto y ahí sigue, a pesar de que el año que viene será una cuarentañera que como ella dice “mete canastitas”.
Una deportista de élite que sin embargo piensa que es la cultura o el arte lo que cambia el mundo.
Una mujer que ha ganado con su equipo 10 medallas en 15 campeonatos.
Me ha encantado conocer a Laia un poco más en esta entrevista y sí, creo que en el fondo tiene razón, la cultura y el arte son los grandes motores transformadores de la sociedad pero al mismo tiempo, le falta verse a sí misma.
Las mujeres como ella que se emplean a fondo, que se cuestionan lo que hacen y lo que no hacen, que valoran el trabajo en equipo, que crean redes de solidaridad y que demuestran que son tan válidas, tan deportistas y tan tenaces como cualquiera, también cambian el mundo.
Y lo van haciendo poco a poco un lugar mejor, un lugar mejor para todos.

Lara, una chica cualquiera que baila
Como le pasa a Laia, Lara es una chica cualquiera, una chica más que en lugar de jugar al baloncesto practica el ballet.
Ensaya, aprende y acude a clase con sus compañeras, sólo quiere ser bailarina cuando sea mayor.
La diferencia de Lara es que tiene 15 años y es una chica transgénero que además de con bailar, sueña con su operación de reasignación de sexo.
Esa es la historia que cuenta la película “Girl” esa es la historia real de Nora, una chica que inspiró al director de la película a llevarla a la gran pantalla.
Una película que demuestra que sí, quizás el arte es más revolucionario que el deporte pero no que las personas que practican ese deporte.
La sociedad las cambiamos nosotros con nuestras acciones, visibilizando el valor del deporte femenino, dándole dignidad al esfuerzo colectivo de un equipo de chicas y poniéndole a la altura de los masculinos. Las mujeres que forman ese equipo son las que cambian la historia.
Como la mujer que se enfrenta al colectivo para reivindicarse como persona, para reencontrarse consigo misma y con su cuerpo, como Nora, como Lara, como tantas otras que encuentran así referentes que les dan fuerza para cambiar su entorno, para cambiar su mundo, para cambiarnos a todos y hacernos mejores.
[…] La historia de una mujer que fue novelista, guionista, periodista y artista de revistas, que llegó a presidir la Academia Goncourt entre 1949 y 1954, que fue condecorada con la Legión de Honor, que es la única escritora francesa que ha tenido funerales de estado cuando falleció y que hasta llegar a todo eso, tuvo que luchar con su propio marido para que este no se apropiara de la autoría de su trabajo como era tan frecuente en esa época. […]