
Termino de ver el penúltimo capítulo de Bodyguard y salgo a la calle mirando a mi alrededor desconfiada, casi somo si fuera yo la ministra del interior. No me extraña que haya sido un bombazo en Reino Unido.
Si no la habéis visto os voy a dar un buen montón de razones para engancharos a los seis capítulos de Bodyguard porque no tienen desperdicio, del primero al último.
Seis capítulos, nada más, es una miniserie que ha conseguido parar literalmente a un país durante la emisión de su último capítulo y eso en un momento en el que hay tanta oferta televisiva es un mérito a tener muy en cuenta.
Alta tensión
Sin duda Bodyguard es de esas series que te tiene completamente pegada al sillón y sin poder quitar los ojos de la pantalla porque si parpadeas algo importante te pierdes, seguro.
Richard Madden es el protagonista principal, se mete en la piel de David Budd, un ex militar británico que al dejar el ejército se reconvierte en policía, concretamente en escolta y más concretamente aún en escolta de la ministra del interior.
De la boda roja a esto, Richard Madeen no para de sufrir tensiones y desarrollar estrategias en las series en las que participa últimamente.

Lo que lo mismo le ha servido para que desde hace pocas semanas su nombre suene como digno heredero de Daniel Craig como el próximo actor que dé vida al agente secreto más famoso del mundo, valga la contradicción.
El verdadero culpable de la tensión que recorre cada capítulo de Bodyguard es Jed Mercurio, guionista también de otras existosas producciones británicas.
La ministra a la que debe proteger el guardaespaldas está muy bien interpretada por Keeley Hawes.
Ella es miembro del partido conservador, responsable de la participación de Gran Bretaña en el conflicto bélico en el que Budd sirvió como soldado y ahora, ella es también la principal propulsora de una ley complicada para demasiada gente.
Con esos mimbres Mercurio urde una trama en la que todos pueden ser y no ser al mismo tiempo, desde el guardaespaldas al último policía que pasaba por allí, todos tienen motivos para actuar, para callar, para esconder o para delatar. Nada es lo que parece y en las series escritas por Jed Mercurio aún menos.
Una serie adictiva
Bodyguard es una serie de la BBC y se estrenaba a finales de agosto de este mismo año, un estreno que vieron 6’7 millones de espectadores, lo que la situó en el mejor estreno del año en el país.
Los datos no dejan lugar a la más mínima duda. Es el drama más visto en la ficción británica desde la memorable Downtown Abbey.
Pero eso era sólo una aperitivo, sólo el primer capítulo porque el último capítulo la cifra ascendió a los 10’4 millones de espectadores. Más de 17 millones de personas, más o menos un 40% del share, decidieron que esa noche lo que veían en la tele era el capítulo final de Bodyguard.
No hace falta irse a Reino Unido para verla, desde finales de octubre se puede ver en Netflix así que sí, va a ser una de esas series que hemos visto medio mundo, literalmente.
Conclusiones personales
En general me parece que está muy bien hecha, es agónica en algunos momentos, te mantienen en tensión la trama y la historia. No sabes por donde van a llegar las conclusiones y hasta donde van allegar los malos.
A mí me ha gustado, mucho.
Técnicamente es impecable, es una película bien hecha en cada capítulo, se cuidan los detalles, las iluminaciones, los reflejos, los colores, la planificación y eso es muy bueno.

Los dos actores principales están muy bien elegidos, los dos, aunque me chirría un poco el personaje de la ex mujer de David Budd, no termina de ser redondo del todo para mi gusto y eso que la actriz es magnífica.
Me gusta que no me llame la atención el hecho de que el reparto sea tan igualitario, hay políticas y políticos, ambos en puestos de mando, como pasa con las mujeres policías o las menos de fiar. La bondad o la maldad no es cuestión de género y esta serie, como la vida misma, lo deja muy clarito. Eso es bueno y me gusta, mucho.
Y el final me ha gustado mucho aunque se me queda un pelín cojo, sólo un poco, nada más y no os cuento más que no quiero adelantaros nada. Si tenéis ganas de una buena serie de acción, de intriga y de suspense Bodyguard os está esperando.