
¿Qué hago yo en un taller en el que se habla de cocina y organización si son dos de mis asignaturas pendientes desde que tengo memoria?
Pues que soy muy optimista y estoy convencida de que puedo aprender y más con una profe como la que he tenido.
Si, hoy os hablo del taller de Batch Cooking al que asistí la semana pasada y en el que me achicharré la lengua probando platos deliciosos.
Hace unos días me llegaba a la bandeja de entrada un mail de Madresfera comentándome que tenían nada menos que a Cristina Ferrer impartiendo un taller de Batch Cooking en el Salón de Gourmets de Madrid.
¿Te apetece ir, Pilar? ¿A mí? ¿Qué si me apetece?
Apetecerme me apetece pero ¿seré capaz de aprender cocina y organización al mismo tiempo? ¿yo? ¿en serio? ¿lo intentamos a ver qué pasa?
A Cristina Ferrer la conocí hace tiempo en casa de Bárbara, donde preparó una cena deliciosa, donde nos explicó cada plato con pasión contagiosa y donde fue tremendamente amable y eficaz.
Con estos antecedentes, un taller impartido por ella la verdad es que se hace muy apetecible.

Cocina y organización
Además el taller se impartía en el stand de caldos Aneto, en el Salón de Gourmets en Madrid y eso también era más que apetecible, sinceramente.
Cocina y organización, caldos naturales para cocinar, para comer mejor, más sano, más apetecible y más asequible.
Y ahí estaba yo, en primera fila literalmente, viendo como en menos de 90 minutos y utilizando distintos caldos del enorme catálogo que tiene Aneto, Cristina elaboraba cinco platos distintos que estaban a cual más rico.
Empezó con una receta exprés de tortellini con caldo de carne, a modo de sopa espesa ¡qué la sopa no sólo puede llevar fideos! que estaba deliciosa.
Es tan obvio y está tan bueno que no sabéis qué rabia me dio no haber caído nunca en la cuenta del platazo tan completo que sale con esta unión.

Capítulo cremas
Aquí Cristina se vino arriba, en un plis se preparó una crema de calabaza con manzana y otra de coliflor al curry que estaban para quitarse el sombrero.
Una con caldo de pollo y la otra con caldo de verduras, de verdad no sé cuál me gustó más, imposible decidirme por una solo.
Además nos comentó que las posibilidades de las cremas están directamente relacionadas con nuestra propia imaginación y las ganas de innovar que tengamos.
Crema de zanahoria con naranja, crema de brócoli con queso azul y la idea que en mi casa tiene el éxito asegurado: poner un cuenco con kikos picados para que cada uno se eche un puñadito por encima en su plato de crema.
Sanas, equilibradas, una ración de verdura asegurada y de lo más sencillo tanto para elaborarlas como para conservarlas.
Como poco y teniendo cuidado, estos platos nos aguantan perfectos en la nevera entre tres y cuatro días y en el congelador yo creo que un mes sí pueden estar, así que parece que voy cogiendo el punto a esto de unir cocina y organización.

Trabajo en equipo
Sí porque mientras Cristina cocinaba y nos contaba cómo tenemos que organizarnos, Rocío por detrás iba lavando los cacharros que iba a volver a necesitar Cristina.
Así que he pensado ¿bueno, por qué no ponernos a cocinar con los niños una tarde del fin de semana o ahora que van a tener unos días de vacaciones?
Mientras uno pica con cuidado, el otro puede fregar algún cacharro o preparar las legumbres o lavar las verduras.
Una forma de que ellos también sepan que lo que se pone en la mesa tiene una elaboración y que alguien lo ha hecho para ellos, para todos.

Como decía Cristina, alimentar a alguien es quizás de lo más bonito y generoso que podemos hacer por los demás pero si encima les enseñamos eso a nuestros hijos, les estamos enseñando a apreciarlo de verdad ¿no os parece?
Bueno pues además de las cremas, nos enseñó a preparar un delicioso guiso de garbanzos con truco para que el caldo quede aún más ligado y unas lentejas rojas al curry que estaban de escándalo.
Lo que he aprendido
- que en 90’ de cocinado, puedes preparar platos deliciosos para comer sano en casa durante toda la semana, lo que supone muy poco esfuerzo para tanto beneficio
- que los caldos de tetrabrick que probamos están deliciosos, que los controles que pasan son exhaustivos y eso se nota en el sabor y en la calidad
- que en la cocina no está ya todo inventado aunque hay cosas obvias que a mí jamás se me habrían ocurrido pero que voy a preparar en casa más pronto que tarde
- que los fuegos de la vitrocerámica que hay en mi cocina pueden funcionar al mismo tiempo (esto lo intuía pero nunca lo he experimentado…jejejejeje)
- que las especias son tus aliadas (pasta de curry, curry en polvo, tikka masala, jengibre,…)
- que si a cocina y organización le pones un nombre en inglés parece que has descubierto la cuadratura del círculo