
Nos escapamos hace un tiempo al Parque de la Naturaleza de Cabárceno en Cantabria. Fue un fin de semana un poco más largo de lo habitual pero sobre todo muy bien aprovechado en el que nos dio tiempo a pasear, a comer, a disfrutar, a reírnos, a mojarnos (menos de lo que pensábamos, eso también es verdad) y a recorrer un sitio espectacular al que pensamos volver en cuanto podamos. Cabárceno ¿lo conocéis?

No es un zoológico a la antigua usanza y si esperabais eso la sorpresa que os vais a llevar al traspasar las puertas de acceso del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, va a ser magnífica.
Es un parque enorme, un entorno cerrado y controlado en el que se pueden descubrir a casi 150 especies animales de los cinco continentes, viviendo en un régimen de semilibertad.
Cabárceno en Cantabria no es un zoo
No, no vais a ver barrotes ni jaulas. Sí veréis entornos más cerrados, como donde se encuentran los gorilas en los que quizás el espacio es más reducido o el hábitat del lince que personalmente me pareció bastante escaso para la pareja que lo comparte pero es cierto que con otras especies como los elefantes, la extensión de terreno por la que pueden moverse no la habréis visto en ningún otro parque.

A veces los recintos son más extensos porque coexisten dos o más especies como ocurre por ejemplo con las curiosas avestruces, las elegantes jirafas y otros animales que comparten una enorme extensión de terreno en perfecta armonía justo en lo que podría ser la explanada más central del parque.
En su página web podéis ver que se definen como un espacio naturalizado, algo así como acondicionado para poder ubicar a las distintas especies que en él se encuentran.
Y el acondicionamiento era imprescindible porque las setecientas cincuenta hectáreas sobre las que está enclavado el parque, han sido hace tiempo una antigua explotación minera a cielo abierto.

No es de extrañar que las instalaciones de este Parque estén entre las mejor valoradas por los organismos que vigilan las condiciones de la vida de los animales porque además de cuidar meticulosamente los detalles para la comodidad de los animales por encima de todo, también están enfocadas a los grupos de estudiantes, a posibles eventos culturales, a fines científicos y a actividades recreativas.

Nosotros damos fe de que para los estudiantes la visita al parque es de lo más instructiva, pudimos escuchar parte de las explicaciones que una de las personas que trabaja en el parque les daba a un grupo de estudiantes, en la puerta del hábitat de los osos y nos encantó.
Aprendimos muchísimo en los pocos minutos que estuvimos con la oreja
pendiente de sus explicaciones. Ya, ya sé que no se debe hacer pero es que os aseguro que fue de lo más interesante.
Para mí fue una sorpresa saber que mis hijos pesaron más al nacer que lo que pesan uno de los osos que podíamos ver correr por la montaña cántabra, pero no un poco más… ¡¡muchísimo más!!

Para ir de una zona a otra, para ir de un animal a otro, se recorren más de 20 kilómetros de carreteras por dentro del parque de Cabárceno en Cantabria ¿es o no una extensión importante de la que estamos hablando?
Para terminar la jornada no nos podíamos perder la exhibición de rapaces que nos encantó, aunque en algún momento nos llegó a asustar un poco… ya veis lo cerca que se puso una de las aves de la exhibición de ElCanijo, desde su pierna es desde donde tomé esta foto…

Como os decía, deseando volver a recorrer el parque de Cabárceno en Cantabria a ver a los osos, a los lobos y a los elefantes, aunque… quizás la próxima vez no creo que pasemos por el restaurante que no nos dejó precisamente con buen sabor de boca, no todo podía ser de diez o quizás sí, poder podría, pero no lo fue.