
Durante la lactancia materna los cuidados del pecho son básicos para que todo vaya como debe ir. Estamos en una de las etapas en las que una forma más o menos inconscientes nos preocupamos muy poco de nosotras mismas y eso no es bueno.
Si nos metemos en el proceso de alimentar a nuestro bebé mediante la lactancia materna, el cuidado de nuestro pecho debe ser algo prioritario y a lo que debemos dedicar todos los días un tiempo. Por nuestro bien, por nuestra salud y por la de nuestro hijo.
Cuidados del pecho
Para empezar la higiene del pecho es fundamental en esta etapa. Si siempre es importante mantener una higiene adecuada, durante la lactancia materna es algo fundamental, sobre todo de la areola y el pezón.
La ducha diaria sigue siendo una costumbre imprescindible y suficiente, no hay que aplicar jabones o sustancias que puedan irritar esta zona que durante la lactancia materna está aún más sensible que habitualmente.

Tras el lavado y el secado del pecho es muy conveniente colocar un disco absorbente que se debe cambiar con cierta frecuencia.
Es muy recomendable emplear sujetadores que no opriman la mama aunque sí deben sostener el pecho con firmeza, seguridad y sobre todo que sean cómodos para los movimientos habituales, para el día a día.
Pueden aparecer grietas en los pezones, es una dolencia muy común durante los primeros días de lactancia materna. Sí, las grietas son dolorosas por lo que no deben ser ignoradas si aparecen.
Se suelen producir porque la posición del bebé al mamar no es la correcta. Busca algún ligero cambio, colócale de forma que siga siendo cómoda para él pero que también lo sea para ti.
La boca del bebé debe «agarrar» no sólo el pezón sino gran parte de la areola, así es como succiona correctamente, como saca mejor el alimento y como no repercute en aumentar el dolor en el pecho o provocar una grieta.
Si has hablado con tu matrona y no has encontrado apoyo o solución quizás la pediatra de tu bebé pueda ayudarte y sino también hay grupos de apoyo para la lactancia materna en distintas ciudades, puede que tengas uno más cerca de lo que imaginas y también ahí pueden ayudarte. Además de internet donde encontrarás todo tipo de consejos sobre los cuidados del pecho durante la lactancia materna.

Hay que procurar que no se produzca una congestión en el pecho cuando hay un exceso de producción de leche que de ocurrir puede hacerlo durante las primeras semanas de la lactancia.
El pecho se endurece e incluso llega a doler, para aliviarte puedes sacar manualmente algo de leche hasta que baje esa congestión antes de dar el pecho al bebé y antes de que se puedan producir mayores complicaciones.
Suele ser algo temporal hasta que la frecuencia de las tomas y la producción de leche se regulen, si crees que necesitas ayuda no dudes en buscarla, no pasa nada, no eres la única ni serás la última mujer con dudas en una situación como esta.
Una mama congestionada o un conducto bloqueado al que no se le ha dado cuidado y solución pueden llegar a desembocar en una infección, la famosa mastitis que puede degenerar en fiebre.

Es recomendable prevenir por lo que de producirse bloqueo del pecho en alguno de los conductos mamarios, lo mejor sigue siendo vaciarlo durante las tomas o sino también después con procedimientos manuales.
Hablamos con anterioridad en este blog del papel del papá durante la lactancia materna, puede que te apetezca echarle un vistazo.
Lo que sí debe quedar claro es que el cuidado personal de la madre es también fundamental durante este nueva etapa a pesar de la falta de tiempo, de lo desbordante de la nueva situación y de la necesidad de ayuda externa para poder volver a coger el ritmo a los acontecimientos.
Dejar de cuidarnos no es la solución.