
Nunca es agradable pero la cistitis en verano es aún más incómoda y se lleva bastante y sin embargo es de lo más frecuente así que mejor prevenir que curar ¿no te parece?
Sí, estas cosas pasan. Hay patologías que en verano se empeñan en amargarnos las vacaciones, sobre todo a nosotras como en este caso de la cistitis.
Desde los incómodos papilomas a la desagradable cistitis, la lista es como para tenerla en cuenta así que hoy aquí hablamos de ella, la cistitis en verano y la posibilidades de conseguir que dure el menor tiempo posible.
Si es que no hay más que vernos, por razones obvias relacionadas con nuestra anatomía, las mujeres somos más vulnerables a sufrir la cistitis que los hombres.
El 60% de las mujeres hemos padecido más o menos veces algún episodio de cistitis a lo largo de nuestra vida según datos de la Academia Americana de Urología.
La cistitis en verano
Sí, en verano más y peor, no lo dudes.

El riesgo de contraer infecciones urinarias aumenta en verano porque a veces nos quedamos demasiado tiempo con el traje de baño o el bikini puesto esperando que se seque o porque aumentan las relaciones sexuales por aquello de que andamos más relajados y con algo más de tiempo libre.
Y luego nos nos olvidemos la cistitis es una patología recurrente aunque no nos guste y si la hemos tenido una vez, es más que probable que volvamos a padecerla.
Para prevenir: fuera el traje de baño o el bikini si está húmedo cuanto antes mejor para evitar en la medida de lo posible la aparición de la cistitis en verano.
Se estima que entre el 20 y el 40% de las mujeres que hemos tenido un episodio de cistitis tendremos la «inmensa suerte» de tener otro episodio en un lapso de tiempo y de ellas, entre el 25 y el 30% tendremos múltiples episodios recurrentes según datos del Centro de Investigación sobre Fitoterapia ¿qué suerte la nuestra, verdad?

En la gran mayoría de los casos (el 80%) la cistitis en verano y durante el resto del año está provocada por una bacteria, la Escherichia E. Coli que vive tranquilamente en nuestro intestino y que por distintos factores se va de excursión por nuestra vejiga produciendo la desagradable infección que conocemos como cistitis.
Para prevenir: Beber, al menos, 1’5 litros de agua diarios. Al tratarse de una infección del tracto urinario es muy recomendable.
La humedad le gusta y las altas temperaturas le van estupendas así que sí, la cistitis en verano puede ser una compañera de vacaciones muy inoportuna muy fácilmente.
Por otro lado, en las vacaciones veraniegas también se producen una serie de modificaciones en la dieta y se suele consumir más alcohol lo que no beneficia a la microbiota ni a nuestros sistema inmunitario.
Para prevenir: algunos expertos recomiendan tomar arándanos frescos por lo de la acidez y esas cosas. Los arándanos siempre son una fruta interesante y apetecible así que ¿por qué no integrarlos en nuestra dieta?
Y sí, también existe una relación entre sexo y cistitis. Se conoce como cistitis postcoital y sucede porque durante el coito se favorece el paso de bacterias hacia la vejiga, hacia la uretra que es más corta en nuestro caso que la de los chicos ¡ya es mala suerte!

Ya sabes lo que es la cistitis y si la has padecido seguro que estamos de acuerdo en que la cistitis en verano no es la compañía más recomendable, cuídate, en la medida de lo posible trata de evitarla y si sospechas no lo dudes, ve al médico cuanto antes para que puedas librarte de la cistitis en verano cuanto antes ¡suerte y a disfrutar del verano!