
Llega el horario de invierno, otra vez y con él se nos van muchas horas de luz natural. El cambio de hora está directamente relacionado con la luz, la natural y la eléctrica y ambas nos influyen, mucho y desde muchos puntos de vista sobre los que os voy a contar algunas cosas en este post.
En la próxima madrugada del sábado al domingo, las 3 de la mañana volverán a ser las 2 de la mañana, cuando eres madre esto de poder dormir una hora más es un regalo que se saborea, se disfruta y se anhela aunque también es verdad que para algunos niños ese cambio no significa mucho el primer día y se levantarán ¡una hora más pronto!¡qué dolor!
Esto de cambiar la hora para adaptarnos al horario de invierno a nosotros nos viene de lejos pero se convirtió en directiva europea en 1981 y se supone que este cambio a un horario de invierno es para aprovechar mejor la luz natural aunque eso de que a las seis de la tarde ya sea noche cerrada, no sé donde esconde un mayor aprovechamiento de la luz natural.
Según señalan los datos, los españoles ahorramos con este cambio un 5% de nuestra factura en luz, lo que viene siendo al cambio en torno a los seis euros por hogar al año. Yo no sé si eso a mi me compensa, la verdad.
El horario de invierno: da frío

Es que la calefacción y la luz la vamos a encender más por las tardes en el horario de invierno, cuando vamos llegando a casa toda la familia, que por las mañanas cuando salimos, así que parece que las protestas han surtido efecto y antes o después, esto del cambio horario en España pasará a la historia. Esperemos que sea antes y no después.
Ya que cambiar la hora hay que cambiarla sí que podríamos tener en cuenta algunas ideas, algunos tips para que ese supuesto ahorro fuera algo mayor:
- No pongas barreras a la luz natural en casa, cuanta más luz natural aproveches del exterior menos luz artificial tienes que encender y por tanto menos haces que crezca la factura.
- Apaga todo lo que no uses, las luces de las habitaciones vacías siempre están mejor apagadas.
- Trata de que las bombillas de la casa vayan siendo sobre todo LED porque consumen nada más que un 80% que las bombillas normales, sí, como lo lees.
- El frigorífico no es un armario que pueda estar con la puerta abierta indefinidamente si lo que queremos es no malgastar el dinero y la energía.
- Es mucho más práctico en muchos sentidos que cocines con las tapas puestas en ollas y sartenes. Conseguimos que el calor no se pierda y se aproveche al máximo

- Es interesante, si puedes, que termines de cocinar con el calor residual de la vitrocerámica o incluso del horno para no desaprovechar tampoco esa energía que hemos consumido.
- Vamos a abandonar el standby de los electrodomésticos que no utilices, en el fondo es un derroche energético del que no nos damos ni cuenta.
- Lo de la potencia contratada a lo mejor es un buen momento para revisarlo, calcular cuánto gastas realmente y cuál es la potencia que tienes contratada o lo que es lo mismo, por cuanta energía estás pagando la uses o no.
- Si tienes discriminación horaria en la factura o utilizas una app que te lo pueda decir, trata de aprovechar las horas en las que la energía es más barata para planificar las tareas que harán tus electrodomésticos: la lavadora, el lavavajillas,..
- Y si nos organizamos un poco lo de planchar toooooda la ropa de una sola vez lo mismo es agotador pero también nos ayuda a reducir la factura eléctrica porque es precisamente «nuestra amiga» la plancha la que necesita una cantidad de energía importante que merece la pena aprovechar.
La luz natural que no tenemos

La falta de luz también nos afecta personalmente, anímicamente e incluso para algunos los trastornos del sueño llegan también con estos cambios horarios.
A nuestro reloj biológico no le gustan los cambios, nos falta energía, disminuye nuestra motivación, aumenta el apetito y el cansancio, estamos más irritables, disminuye la libido y pueden aparecer trastornos del sueño, el horario de invierno no es el que más nos gusta a la mayoría, la verdad.
La falta de luz también genera cambios hormonales como el aumento de la producción de la melatonina durante el día, su aumento produce somnolencia y quizás por eso tenemos el deseo de quedarnos todo el día en casa y hacer pocos planes o ninguno.
Además el aumento de melatonina hace que se reduzcan los niveles de serotonina, hormona que es fundamental en la regulación del estado de ánimo.

¿Cómo conseguimos combatir todos estos síntomas que nos produce el cambio de hora para adoptar el horario de invierno?
- es el momento ideal para practicar ejercicio físico entre 30 y 60 minutos cada día con una intensidad moderada; una actividad que contrarreste la somnolencia y que libera endorfinas y serotonina lo que ayuda a levantar nuestro estado de ánimo
- sería perfecto que consiguiéramos dormir las suficientes horas para recuperarnos y para reducir todo lo posible la somnolencia que nos ataca con la falta de luz, aprender a cenar más ligero es siempre una buena idea para conseguirlo
- los alimentos vuelven a ser nuestros aliados; hay alimentos que nos ayudan a combatir el cansancio como las almendras, las semillas, el arroz integral o el plátano, pero además tenemos complementos alimenticios que también nos pueden ayudar si los añadimos a nuestra dieta como: el ginseng coreano, el guaraná o incluso hay quien dice que la jalea real.
- como última opción es muy interesante hacer luminoterapia aunque no es imprescindible y se recomienda sólo en casos de verdadera necesidad, algo que realmente en nuestro país no existe aunque nosotros nos sintamos fatal los primeros días después del horario de invierno
Como mínimo vamos a estar hasta 2021 cambiando la hora cuando se acerque el invierno así que es bueno que tomemos medidas para ir adaptándonos mejor y en menos tiempo o por lo menos, intentarlo.