
Que vale que no podemos salir de casa pero cada día nos tomamos un café como mínimo y por muchos motivos, entre ellos el de disfrutar de las pequeñas cosas.
Además, podemos empezar a planear que cuando esto termine seguro que nos tomamos un café en algunas de las cafeterías más atractivas que hemos descubierto en la ciudad y a las que aún no hemos ido pero que ya forman parte de nuestra lista.
Cafeteras y cafeteros este es vuestro post ¿nos tomamos un café?
Es muy probable que mientras estás leyendo esto tengas una taza de café en la mano porque es una de las bebidas más populares de gran parte del mundo.
Casi podríamos decir que el mundo se divide entre los teteros y los cafeteros, incluso hay series de televisión en las que el café es casi como un personaje más de la historia. ¿Tú en qué grupo te encuentras, eres de café o lo tuyo es el té?
Nosotros nos tomamos un café nada más levantarnos por la mañana porque es innegable que el aporte de cafeína hace de esta la bebida idónea para despertarnos.
Está demostrado que es la sustancia psicoactiva más consumida del mundo y en países como Estados Unidos, el consumo de café está por encima del de té, zumos y refrescos juntos.

Tomamos un café o más
El café fundamentalmente es cafeína a la que le acompañan una serie de antioxidantes interesantes.
Las propiedades estimulantes de la cafeína están fuera de toda duda y hacen de esta bebida la primera opción para millones de personas que necesitamos una ayuda para despertar cada mañana.
Resulta que la cafeína bloquea el receptor de la adesonina que no es que yo me quiera poner muy científica con esto pero os diré que es una sustancia es estimula el sueño.
Este bloqueo de la cafeína hace que el consumo excesivo de café pueda producir agitación y falta de sueño e incluso problemas mayores.

La más que posible relación entre el café y el insomnio se descubría hace ya más de 100 años y el hecho de que algunos individuos no procesen las moléculas a las que la cafeína se adhiere puede generarles un problema de salud.
En otros estudios se ha constatado que la cafeína provoca contracciones musculares lo que puede convertir al café en un estimulante de la actividad digestiva.
¿No sois vosotros de un café justo después de comer? Pues lo mismo la costumbre tiene ciencia y no lo sabíamos.
Tomar en torno a los tres cafés al día parece que ayuda a reducir la mortalidad prematura pero ¡ojo! porque si consumes más de seis cafés en cada jornada, los beneficios se transforman en perjuicios y crece el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Un café, cuando salgamos
Sí, porque a veces nos concentramos mejor para escribir o para trabajar en un ambiente más distendido como puede ser el de una cafetería.
Y después de estas semanas de confinamiento más que necesario, cuando salgamos nos va a encantar recalar en algunas de las cafeterías con más atractivo de las que he encontrado por Madrid.
Haber hay muchas ¡muchísimas! pero de momento mi lista de próximos cafés se traslada a estas cafeterías ¿te apuntas?

- Salón de Fleur en Guzmán el Bueno, es una librería cafetería de esas en las que te quedarías a pasar el día entre cafés y libros y ramos de flores. Una cafetería original en medio de la ciudad.
- La Infinito en Tres Peces, igual te tomas un café que dejas que un libro te encuentre, un libro nuevo o uno de «segunda vida». Un sitio en el que disfrutar de dos grandes placeres: la literatura y el buen café.
- Abonavida en Navas de Tolosa, una cafetería o un jardín, no lo tengo muy claro del todo pero sin duda es un entorno amable en medio del bullicio y la prisa, un lugar en el que parar y disfrutar.
- Café del jardín en San Mateo, en el patio interior del Museo del Romanticismo, es como un viaje en el tiempo de la mano del aroma de un café o un té que ya sabemos que son dos mundos paralelos.
- Harina en la Plaza de la Independencia, la zona de Retiro ya tiene encanto de por sí pero establecimientos como este lo ponen aún más fácil para encontrar el sitio y el momento. Una cafetería-panadería que acompaña al café con algunas delicias de esas que son pecado mortal, sin paliativos.
- La Bicicleta en la Plaza de San Ildefonso, en pleno barrio de Malasaña es el sitio perfecto para detener el tiempo, para leer, para escribir, para trabajar con el ordenador incluso mientras se disfruta del entorno y por supuesto, del café.
- Mamá Framboise en la calle Goya, la decoración es de película, delicada y amable, acogedora con el visitante, la ubicación es peculiar y el café siempre pone todo en su sitio.
- Ocho y Medio Libros de Cine en Martín de los Heros, nada puede salir mal si juntamos libros, cine y buen café, es un trío de ases, un trío ganador y esta cafetería es el vivo ejemplo de ese triunfo.
¿Os venís, cuando se pueda, a tomar un café y a ponernos al día?