
Sí, sin duda es una de esas series que por muchos motivos querrás ver de una sentada. Unorthodox es una miniserie de cuatro capítulos que ha estrenado Netflix en medio de este confinamiento y quienes empezamos a verla no hemos parado hasta terminarla.
Por muchos motivos es una serie muy recomendable y no podía dejar de hablaros de ella aquí. Hace sólo unos días os hablaba de otra serie que nos ha encantado, La línea invisible. Son mundos opuestos pero en algunos puntos se tocan por un lado, las dos están basadas en la realidad y por otro lado en las dos la intolerancia es un mal común.

Unorthodox es una historia real, es la historia de una mujer, Deborah Feldman que consiguió huir de una comunidad ultraortodoxa judía, una comunidad y un entorno en el que ella misma reconocía que el miedo lo contaminaba todo.
Una comunidad ultraordoxa en una de las ciudades más abiertas y cosmopolitas del mundo: Nueva York. El barrio de Williamsburg es un mundo dentro de la ciudad en el que viven en torno a 50.000 personas que pertenecen a una de las ramas más cerradas de la religión judía.
En 2019 por ejemplo, se produjo un brote de sarampión en este hermético barrio en el que el movimiento antivacunas tiene mucha aceptación entre los líderes religiosos. Las tensiones se dispararon con las autoridades locales como era de esperar.
Unorthodox plantea una mirada detallista y meticulosa sobre esta rama radical y cerrada de la religión judía. Una mirada rigurosa hasta el punto de que Netflix decidiera estrenar también un documental que muestra cómo se creó el entramado de la propia serie. Desde las curiosas pelucas que llevan algunos hombres hasta el precioso traje de boda que lleva Esty el día de su matrimonio.

Todos coincidimos que Unorthodox es una serie bien hecha la mires por donde la mires. Su directora, María Schrader rodó las principales escenas en Berlín (incluída la Potsdamer Platz y el lago Wannsee) y los exteriores de Brooklyn en Nueva York con una de las cámaras de cine que ha desarrollado Sony.
Desde todos los puntos de vista la serie ha recibido numerosos elogios más que merecidos. Su más que cuidada producción, su forma de narrar la historia, la meticulosa ambientación, el detallista vestuario de los protagonistas, el color y la fotografía de las imágenes.
Y por supuesto, el trabajo tan bueno de los actores y actrices sobre los que destaca la protagonista absoluta, Esther Shapiro, Esty a quien da vida una hasta ahora poco conocida Shira Haas.

El dolor en los ojos
Es que es innegable que los ojos de Shira Haas son brutales y tienen un peso tremendo en el desarrollo de esta historia, de esta serie de sólo cuatro capítulos.
Vemos lo que pasa desde el punto de vista de Etsy y vemos lo que siente mirándola a los ojos, incluso vemos cuando ella misma se quiere convencer de que lo que siente o lo que no siente es lo que quiere o lo que no quiere.
Parece complicado pero se entiende perfectamente desde el primer capítulo.
Inevitablemente esta actriz de 25 años ha acaparado los titulares y muchos dicen que este papel ha supuesto un lanzamiento como no había pensado nadie de su carrera profesional.

El papel no era fácil y ella se preparó minuciosamente. Mejoró su inglés, ella es israelí, aprendió idish el idioma de los judíos ultraortodoxos trabajando a diario con un profesor particular.
Se leyó en varias ocasiones la novela en la que se basa Unorthodox, tomó clases de piano y de canto y por supuesto que dejó que la raparan el cabello.
Si aún no la habéis estáis a tiempo de descubrir como los fundamentalismos son todos iguales más allá del origen que tengan.
Además, es curioso que todos coincidan en algo: oprimir a las mujeres, sus sueños, sus deseos, sus anhelos, sus talentos, todo es malo, todo es pecado, todo se debe supeditar siempre a lo que desee el varón. La mujer no vale nada para los fundamentalistas da igual de la religión de la que estemos hablando.