
Se me ha pasado el mes de julio sin comentaros un libro para nuestro Uno al Mes así que aquí vengo con una lectura perfecta para el verano: Las leyes de la frontera, de Javier Cercas.
Es una historia que se mueve entre el pasado y el presente y las consecuencias de un verano adolescente a lo largo de toda una vida.
«Ahora todo el mundo quiere ser siempre joven; lo entiendo, pero es un poco idiota.» Las leyes de la frontera, Javier Cercas
Las leyes de la frontera es uno de esos libros que te va cambiando de tiempo según van pasando los capítulos hasta que el pasado y el presente se funden en la historia y en los propios personajes.
Hay un periodista que va entrevistando a dos de los personajes principales y ellos son los que cuentan en primera persona y cada uno desde su propio punto de vista, lo que vivieron, lo que sintieron y como vieron al otro en esos momentos.
Es como dice el propio autor en más de una entrevista, una historia de lectura fácil pero a la que hay que ponerle ganas para entender todos los matices de todo lo que cuenta.
Las leyes de la frontera de la edad
El final de los años setenta y el principio de los años ochenta no fue una época amable para los adolescentes de la época.
La adolescencia es el momento ideal para encontrar enemigos debajo de las piedras, muchos de ellos imaginarios pero en esta época histórica, en nuestro país, era demasiado fácil chocar con ellos aunque vinieran disfrazados de amigos.

El propio autor, Javier Cercas, ha comentado en más de una ocasión que escribir este libro fue una forma de responderse a la pregunta de «cómo hubiese sido mi vida si, en vez de haber sido el adolescente burgués, empollón y más bien timorato que fui, hubiese cruzado la frontera y me hubiese unido a una de las muchas bandas de delincuentes juveniles que pululaban por las ciudades españolas durante mi adolescencia».
«…cuando terminé de leer el libro me acordé de que una vez le oí a un profesor en televisión que un libro es como un espejo y que no es uno el que lee los libros sino los libros los que lo leen a uno, y pensé que era verdad.» Las leyes de la frontera, Javier Cercas
No quiero contaros mucho más de la historia, no os adelantaría nada que no pudiera casi adivinarse en las primeras páginas.
Prefiero que os enfrentéis a esa realidad sin preavisos, a una historia de peligros, de supuestas amistades, de lealtades extrañas y de giros inesperados.
Las decisiones más pequeñas, las menos meditadas, las más absurdas pueden cambiar tanto el curso de una vida que a veces da vértigo hacer repaso de las que hemos ido tomando en primera persona o de las que puedan tomar nuestros hijos metidos en la vorágine de la adolescencia.
«…me pregunté si tiene la conciencia tranquila un hombre que dice dos veces seguidas que tiene la conciencia tranquila.» Las leyes de la frontera, Javier Cercas
Como os decía es un libro fácil de leer que cuenta la historia y describe a los personajes de forma sencilla que no amable.
Siguiendo su propia idea, Javier Cercas consigue que el libro huela a verdad más que a literatura, como él mismo ha dicho alguna vez «la auténtica literatura nunca suena a literatura: suena a verdad» y en Las leyes de la frontera, esa verdad a veces no tiene ni piedad ni dulzura.
Del libro a la pantalla
Y es que la historia es muy visual. El ambiente de esos años de adolescencia choca con el de la edad adulta de los protagonistas, sobre todo de uno de ellos.
«Era un católico de misa diaria, un hombre lleno de buenas intenciones y un creyente en la bondad natural del ser humano. En definitiva, un sujeto peligroso.» Las leyes de la frontera, Javier Cercas
Así que el libro de Javier Cercas se hará película de la mano de Daniel Monzón que junto a Jorge Guerricaechevarría están adaptándolo ya a su versión en la pantalla.
Se supone que debería haber empezado a rodarse en mayo o junio de este año pero ya sabemos cómo estábamos por esas fechas así que no está claro ni cuando empezaron, ni cómo fue el ritmo de rodaje, ni cuando llegarán a las salas Las leyes de la frontera.
Así os da tiempo a leer el libro antes de ir a ver la película. Desde luego es una lectura muy recomendable por muchos motivos.