
Es innegable que tenemos delante unas navidades atípicas pero navidades igualmente en las que estaría muy bien que no nos fijemos tanto en lo que no podemos hacer y enfoquemos más en lo que tenemos, en lo que sí podemos hacer y celebrar.
Pensando en eso se me han ocurrido algunas ideas interesantes y sobre todo sencillas de llevar a la práctica, para seguir celebrando estas navidades atípicas en familia y con amigos.
Sí, es más que probable que sigamos con limitaciones de personas en los encuentros familiares o con amigos.
Es verdad que a veces será complicado decidir con quién y cuándo nos juntamos con unos o con otros. Para muchas familias va a ser frustrante y doloroso pero como este año tenemos que adaptarnos a las nuevas circunstancias quizás sea el momento de recuperar los encuentros virtuales de pequeños grupos.
Si no podemos tomar las uvas más de seis personas juntas imagina lo que sería tomarlas por zoom con todo el que se quiera apuntar.

No, no es lo mismo pero es mejor que nada y estaremos de acuerdo ante unas navidades atípicas tendremos que poner todos de nuestra parte para conseguir que todo fluya mejor.
Si hay un año para obligarnos a ser más comprensivos con los demás sin duda es este. Más comprensivos con las personas que tenemos a nuestro alrededor porque no somos los únicos que estamos cansados de esta situación ni somos los únicos con un poco de ansiedad y tristeza por esta pandemia.
Estamos aprendiendo como colectivo no sólo a cuidar de nosotros mismos con nuestros comportamientos y actitudes sino a cuidar a los demás y este cambio de perspectiva puede ser muy positivo cuando esto se acabe.
Porque esto se acabará, esta es una navidad atípica pero temporal y llevarla lo mejor que podamos nos hará regresar poco a poco a nuestra normalidad habitual. Esa normalidad a la que no le dábamos ninguna importancia hasta que la perdimos.
Podemos aprender a desarrollar aún más nuestra capacidad de resiliencia y tener muy claro que en el fondo más o menos cada uno vamos a decidir cómo queremos pasar estas atípicas navidades y eso va a depender de nuestra actitud que va a ser una herramienta clave para poder vivirlas con positividad.

Es bueno seguir soñando e incluso hacer planes a medio y a largo plazo, es bueno seguir manteniendo la ilusión por lo que queremos hacer en el futuro para cuando todo esto haya pasado como pasaron hace tiempo otras tristezas y penurias en distintos momentos de la historia.
Y no olvidar nunca que navidades atípicas o diferentes no es sinónimo de malas navidades o navidades inexistentes, no nos dejemos llevar por la negatividad, la tristeza, el cansancio o la desidia.
Ponerle ganas, empezar por creer que pueden ser unas navidades felices y divertidas es ya una forma de empezar a crearlas, a pensar cómo puedo hacer que sean así esos días.
Todos esos pensamientos van creando realidades y es importante que en estas navidades atípicas pongamos en funcionamiento nuestra actitud más creativa y nuestra capacidad de adaptación.
Y en cualquier caso está siendo un año duro para todos pero para algunas familias aún más por lo que es innegable que tenemos derecho a sentirnos tanto alegres como tristes o enfadados.
No hay que negar los sentimientos ni las emociones, lo importante es saber qué estás sintiendo y si quieres seguir sintiéndote así o prefieres ir saliendo poco a poco de las emociones más desagradables en estas navidades atípicas o en cualquier otro momento del año.