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Sí, hay que hablarlo que siempre estamos reconociendo las series que merece la pena ver pero no hablamos de esas series que no lo merecen tanto, esas series tan malas que no puedes dejar de ver.

Series que ves que son malas pero que no pude dejar de tragarme un capítulo tras otro, sin pausa. Hoy yo os cuento las mías, mis guilty pleasures como lo llaman algunas, que lo mismo coinciden también con las vuestras ¿quién sabe?

A ver, vaya por delante que soy optimista por naturaleza así que siempre trato de verle algo bueno, algo positivo a todo, incluso a estas series y conste que con algunas me ha costado sudores encontrarle algo bueno, algo que justifique que me haya visto la temporada completa o incluso las dos temporadas.

La primer que confieso que me la vi enterita ha sido Emily in Paris. La historia de una postadolescente norteamericana que llega a París a trabajar en una agencia de superlujo sin saber ni una palabra de francés.

Si ya es increíble que a su edad la envíen como sustituta de su jefa a un puestazo a la otra punta del mundo, que llegues a una ciudad como París sin hablar francés, que encuentres un apartamento en medio de la zona más chic de la ciudad y que vayas a fiestas, hagas amigos, te emborraches y no sólo mantengas tu trabajo sino que lo consolides es pura ciencia ficción a nivel Mandalorian por lo menos.

Eso sí, la serie tiene dos aspectos muy interesantes que ayudan al enganche más absoluto. Por un lado París que siempre enamora y en la serie aparece el París más bonito, más tradicional, más clásico y más bohemio. Ese que no puedes dejar de mirar y al que volverías siempre.

Ese mismo París es el que recrean durante una temporada en Maravillosa Miss Maisel, una serie de la que ya hablamos y que sí es de las buenas, de las que merece mucho la pena ver y disfrutar. Ahí la dejo.

Y el segundo aspecto interesante de Emily in Paris son los estilismos pero no los de la protagonistas que en salvo escasas excepciones luce pierna con minifalda tamaño bufanda, el noventa por ciento del tiempo.

No, los estilismos interesantes de verdad son los de su jefa francesa, Sylvie que tan pronto lleva unos trajes de chaqueta maravillosos con unos vestidos con cuellos asimétricos arrolladores. No llama la atención tanto con los colores o los estampados como por los cortes de las prendas que viste.

Sylvie es el único personaje humano de toda la serie pero ya sabéis, lo más probable es que si la empezáis no podáis dejar de verla hasta el final y por cierto: ya está en marcha la segunda temporada ¡no hay salvación!

Sigo con esas series tan malas que no puedes dejar de ver pero no es que te las esté recomendando es más una confesión y una advertencia porque como las empieces, estás perdida.

La siguiente es muy navideña y ya imagináis cuando cayó enterita, casi del tirón, hace solo unos días casi: Dash y Lily ¿la visteis estas navidades?

Una comedia romántica para y por adolescentes que arrancan con un divertido y original juego y que después van derrapando por todos los tópicos de la época más edulcorada del año, la navidad. Es un pastel, eso es innegable pero si no nos pasamos con el azúcar en Navidad ¿cuándo podemos hacerlo?

Cabe la posibilidad de que hasta se pongan con una segunda temporada pero lo mismo tenemos suerte y no se animan los directivos de Netflix porque sí, esta es una se esas series tan malas que no puedes dejar de ver temporada tras temporada, lo intuyo.

De esta ya hay dos temporadas, de hecho yo me he enganchado justo cuando han estrenado la segunda y me las he visto las dos, del tirón, un capítulo detrás de otro y eso que Un lugar para soñar, que es como se titula la serie, no puede parecerse más a las películas de medio día del fin de semana. Un dolor pero ya sabéis, como la empecéis no podréis dejarla a medias.

Otra historia romántica con mucho bosque y mucha naturaleza. Una chica de ciudad que quiere rehacer su vida después de un trauma y que encuentra la comprensión, la amistad, el trabajo y el amor, todo en el mismo sitio, en un pueblo diminuto perdido en medio de la montaña.

Aquí la enfermera y el camarero son todo lo empalagosos que os podáis imaginar pero para compensar, la alcaldesa y el médico, sobre todo la alcaldesa, le ponen el contrapunto de humor y costumbrismo a la rutina diaria de este pueblecito.

Las imágenes aéreas es verdad que son espectaculares lo que no justifica que me haya visto ya las dos temporadas casi sin pestañear, como otras miles de personas que la han colocado en el Top de series más vistas de Netflix durante varias semanas.

Tres series tan malas que no puedes dejar de ver que encuentras en Netflix pero no es la única plataforma con estos productos que tanto enganchan. La reina sin duda ha sido The Undoing, en HBO que tenía todo para ser uno de esos seriotes que todo el mundo ve y del que todo el mundo habla por buenas razones y no justo como ha sido.

Es verdad que la hemos visto muchos usuarios de la plataforma, muchísimos y también es verdad que hemos visto la primera temporada enterita, de principio a fin. Pero también es verdad que cuando hemos llegado al final del último capítulo nos hemos quedado con la sensación de que nos habían vacilado todo el tiempo, que la historia era imposible de arreglar y que ese final no venía sino a confirmarlo.

El reparto, la historia, la dirección todo apuntaba maneras, todo era interesante y apetecible y todo se desmorona capítulo a capítulo pero eso sí, no dejamos de ver ninguno, no fuera a arreglarse la historia y nos la perdiéramos ¡qué desilusión!

Y hasta aquí mi sincera confesión, sí a veces es imposible resistirse al encanto oculto de esas series tan malas que no puedes dejar de ver y no pasa nada, las vemos y pasamos a elegir un poco mejor la siguiente. Por compensar, ya me entendéis.

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