
Se publicaba en 2017 pero caía en mis manos este pasado verano más o menos, se trata de una recopilación de relatos relativamente breves, escritos por Lorenzo Silva entre 2010 y 2017. Con Tantos lobos vuelve Lorenzo Silva a nuestra biblioteca, a nuestro Uno al Mes y con él, llegan también sus dos colegas, sus amigos y confidentes, Bevilaqua y Chamorro a los que es difícil abandonar una vez que has leído algo protagonizado por estos dos guardias civiles tan perfectamente humanos.
Con esta recopilación el autor quiso celebrar precisamente las dos décadas de creación literaria con estos dos detectives que nacieron en El lejano país de los estanques y que novela a novela se han convertido en los detectives con más éxito de la novela española. Han saltado a la televisión protagonizando una serie, han aparecido en la gran pantalla en forma de película y han conseguido que en 2010 fuera distinguido como Guardia Civil Honorario por su contribución a la imagen de este cuerpo de seguridad del estado.



En Tantos lobos vuelve Lorenzo Silva a nuestra biblioteca con cuatro nuevos casos con un denominador común: las cuatro víctimas son mujeres, adolescentes o niñas, todas femeninas, como la vida misma, como ha reconocido el propio autor en más de una entrevista. No hay más que tirar de estadísticas para confirmar esta dura realidad.
Crímenes relacionados con las redes sociales, con el acoso escolar, con la violencia machista dentro de la pareja. Tantos lobos no es una lectura agradable para una madre de adolescentes pero no por eso deja de ser trepidante e interesante, te pone justo ahí, en ese exterior en el que hay «tantos lobos» y en el que no puedes estar tú para proteger a tus cachorros.
Lorenzo Silva dejó la toga y la abogacía en el año 2002 para apostar por la literatura como forma de vida y desde entonces nos sigue regalando historias en las que perdernos, en las que buscar lo mejor y lo peor del comportamiento humano y en las que se empeña en llamar a las cosas por su nombre, sin suavidades ficticias, como la vida misma.
Ha reconocido en distintas entrevistas que le ha declarado la guerra al eufemismo, a las palabras vacías a las que poco a poco hemos desgastado de usarlas cuando no debíamos y las hemos dejado sin significado. El eufemismo es el camino de la hipocresía que él se niega a recorrer con sus novelas y sus personajes y no nos olvidemos que siempre hay algo del autor en todos sus personajes o al menos eso decía Gustave Flaubert.



En Tantos lobos no hay espacio para el eufemismo ni para suavizar el golpe, las historias son breves pero contundentes y se nota que el autor habla con investigadores reales sobre investigaciones reales y recopila datos sutiles de las historias, pequeños detalles que hacen eso, literatura con mayúsculas siguiendo la máxima marcada por Stendhal.
Por si os animáis con este nuevo libro con el que vuelve Lorenzo Silva a nuestra biblioteca aquí tenéis también la playlist del libro, la música que para el autor acompaña a cada una de las historias de Tantos lobos.
Además de todo lo dicho hay una sensación que describe Lorenzo Silva sobre las historias de Tantos lobos con la que no puedo estar más de acuerdo, sufrimos todos una especie de déficit de atención colectivo, no nos paramos a escuchar y mucho menos a pensar. Vamos demasiado rápido, reaccionamos de forma primaria, golpeamos primero y nos damos cuenta de lo que ha ocurrido después, cuando demasiadas veces ya es demasiado tarde.
Por si no habéis leído aún nada de Lorenzo Silva, podéis echar un vistazo a los libros de este autoir que ya han pasado por nuestro Uno al mes, por nuestra peculiar librería:
- La marca del meridiano fue la primera cita que tuvimos con los dos guardias civiles y por supuesto no podía ser la última después de conocerlos.
- Después llegaron al blog Los cuerpos extraños para seguir abriendo la puerta a lo más oscuro de la sociedad
- Y por último hasta el momento, conocimos nada menos que a una reina, La reina sin espejo que nos llevó hasta la corrupción con una ficción bien agarrada a la tierra.