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No, no, no.. no todo es COVID aunque lo parezca. Seguimos teniendo los mismos problemas de salud que teníamos antes de la pandemia porque no hemos aprendido a cuidarnos y a querernos y entre virus y vacunas la obesidad sigue creciendo en España colocándonos en el triste puesto de cabeza del pelotón.

Somos el primer país europeo (ahora que los ingleses ya no son Europa) en número de casos de obesidad en la población. Tres de cada diez españoles tiene problemas de obesidad o sobrepeso severo. En España, casi 2 de cada 10 adultos tiene obesidad, al igual que 1 de cada 10 niños.

Parece que nos hemos cuidado durante el confinamiento pero la realidad es otra, cada español ha engordado de media en torno a los cuatro kilos desde que se inicio la pandemia en marzo de 2020. Tanto hacer pan nos iba a pasar factura, parece ser.

Y la cuestión es sencilla, no tiene mucho que pensar: en general ( y salvo casos más puntuales) el común de la población engordamos porque se produce un desequilibrio entre lo que consumimos y lo que gastamos en nuestro día a día y así, la obesidad sigue creciendo y nuestra salud, en general, perjudicándose.

Comemos más de lo que necesitamos, las cantidades se nos van de las manos; consumimos demasiadas bebidas azucaradas, quizás hemos ampliado los días que bebemos alcohol aunque pensemos que es poca cantidad y la comida procesada se va haciendo hueco a codazos en nuestra cesta de la compra y por tanto en nuestra mesa.

No son los mejores mimbres para cuidar nuestra salud pero es lo que estamos haciendo.

Además no nos movemos. En parte el año pasado porque no podíamos salir de casa y eso nos puso el tema complicado pero en general, no nos engañemos, nos movemos poco y sin duda mucho menos de lo que necesitamos. No hacemos ejercicio físico de manera regular, el sedentarismo nos puede y claro, así se va acumulando en nuestro cuerpo serrano todo lo que ingerimos y no quemamos.

El sobrepeso puede llegar a afectar seriamente a la salud, es algo que nos recuerdan todos los médicos pero aún así no terminamos de tomárnoslo todo lo en serio que deberíamos.

La obesidad aumenta las posibilidades de padecer asma, la apnea del sueño es más frecuente en personas con sobrepeso u obesidad, lo mismo ocurre con la hipertensión, con el colesterol alto en sangre, con la posibilidad de padecer cálculos biliares o de tener el temido ácido graso.

Además, es evidente que la obesidad hace que aumenten los dolores articulares y musculares.

Si tenemos obesidad presentamos una mayor resistencia a la insulina y tenemos una propensión a padecer diabetes.

Y a todos estos problemas de salud hay que sumar ahora también que con sobrepeso y obesidad aumentan nuestras posibilidades de contraer COVID19 y de que sea más complicada nuestra curación de esta patología. La obesidad es un factor añadido de riesgo no sólo en el momento del contagio que también, sino que hace que el virus nos afecte más y que el tratamiento se haga más complicado que si no tuviéramos sobrepeso u obesidad.

Una pequeña pérdida de peso en torno al 3% puede ayudarnos a ganar en salud y en calidad de vida sobre todo según vamos cumpliendo años. A mayor edad más importante eliminar el sobrepeso de nuestra vida porque según envejecemos nuestro metabolismo va cambiando y necesitamos menos calorías en nuestro día a día.

Seguir una alimentación sana y equilibrada es evidente que es sinónimo de salud y hay un gran número de dolencias y enfermedades que pueden evitarse siguiendo una dieta sana.

Para esa pérdida no hay secretos ni milagros pero no es tan complicado, es seguir una dieta equilibrada tanto en productos como en cantidades y organizarnos un estilo de vida un poco más activo del que tenemos habitualmente.

Estamos hablando de que casi el 70% de la población mundial que ya ha cumplido los 65 años tiene sobrepeso u obesidad y aunque la gran mayoría de los españoles, 8 de cada 10, asegura que lleva una buena dieta, la realidad es que sólo 4 de cada 10 comen verduras y hortalizas todos los días de la semana y sólo el 60% de la población española come fruta.

Así nos alejamos de la salud para echarnos en brazos de la obesidad y todo lo que ella conlleva. Una pena que no nos quitemos esos malos hábitos de encima con lo que hemos aprendido durante todo este año.

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