
No está la economía como para que nos despistemos y además nos gusta darnos un capricho de vez en cuando así que no, no nos queda otra que aprender a ahorrar y mejor un poco cada día para que así no sintamos que estamos renunciando a los pequeños placeres que le dan color y sabor a la vida.
Cada 31 de Octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro como una llamada de atención para aumenta la conciencia de todos sobre la importancia de ahorrar, de guardar algo de dinero de cara al futuro, de cara a mejorar nuestra calidad de vida.
Así que hoy tenemos aún frescas todas las recomendaciones e ideas que pudimos encontrar en los medios hace sólo un par de días para aprender a ahorrar.
Toca quedarnos con las más sensatas y las más sencillas y ponerlas en práctica en nuestro día a día que quizás eso sea lo más complicado, no nos engañemos.
Lo de ponernos con todas las ideas al mismo tiempo puede que no sea la mejor opción, podemos ir empezando por las que nos resulten más sencillas y una vez que formen parte de nuestras rutinas podemos ir sumando las que nos parezcan interesantes y eficaces.
Vamos a aprender a ahorrar sin perder la cabeza y en la medida de nuestras posibilidades, seguro que al cabo del año, por ejemplo, veremos que los pequeños esfuerzos también merecen la pena.
Tips eficaces para aprender a ahorrar
Empecemos con la organización, vamos a anotar todos los gastos que tenemos a lo largo del día. Parece complicado y tedioso pero es cuestión de ponerse a ello después de cenar, por ejemplo, en una agenda o libreta y hacer un ejercicio de memoria.
Es una forma de hacer un seguimiento eficaz a todos esos pequeños gastos a los que apenas damos importancia.
Después de un mes, por ejemplo, cuando tengamos toda la información de nuestros gastos diarios, podemos organizarlos por categorías dependiendo de la importancia o superficialidad que veamos en cada uno de ellos.
Cuando sabemos en qué y cómo se nos va el dinero podemos dar el siguiente paso que sería organizar un presupuesto mensual, un presupuesto con el que podamos vivir de forma cómoda, no nos olvidemos de eso.
Mediante un presupuesto sensato podemos comparar los gastos con los ingresos que tenemos, podemos limitar los gastos excesivos o identificar esos pequeños gastos recurrentes que podríamos eliminar o reducir.
El tercer paso sería ponernos una meta clara, algo por lo que nos merezca la pena todo lo que estamos haciendo. Un objetivo que nos motive a ahorrar más y mejor de lo que lo habíamos hecho hasta ahora.
Buscar la forma en la que podemos recortar nuestros gastos o plantearnos la manera en la que podemos ahorrar aunque sigamos llevando a cabo determinadas acciones que son obligadas en nuestro día a día.
- Podemos comprar productos de temporada porque son más asequibles pero es que además suelen ser de mejor calidad y encima ayudan a no contaminar tanto
- Podemos dedicar algo de tiempo a comprar en supermercados donde tengan mejores precios
- Incluso podemos hacer compras online teniendo en cuenta las ofertas de los distintos establecimientos
- No siempre lo más barato son las ofertas familiares, los tres por dos o los grandes packs de ahorro, tenemos que tenerlo en cuenta
- Seamos conscientes de la potencia que tenemos contratada con la compañía eléctrica y revisemos la que realmente necesitamos porque el ahorro puede ser muy interesante
- Empezar a localizar otras alternativas de consumo como las redes de trueque o incluso las tiendas online de segunda mano que puedan sernos de utilidad
- Plantearnos si nos es más rentable la opción de carsharing en vez de comprar nuestro propio coche con todos los gastos que ello conlleva
- Planchar todo lo necesario pero de una sola vez, es mejor estar más tiempo que enchufar la plancha más veces porque necesita una gran cantidad de energía para alcanzar la temperatura óptima de planchado
- Abandonar la cultura del derroche, es mejor desenchufar los dispositivos y/o cargadores que no necesitemos que mantenerlos enchufados en stand by más horas de las que nos imaginamos
Son pequeños gestos que no nos suponen grandes cambios en nuestras rutinas y sin embargo seguro que tienen una buena influencia en nuestra cuenta corriente a fin de mes ¿probamos?
Os dejo algunos de los libros más interesantes que se han publicado últimamente sobre aprender a ahorrar de una manera sensata y sencilla, por si necesitáis un poco más de inspiración antes de poneros manos a la obra o a la cuenta, mejor dicho.