
¡La que se lió la semana pasado con este tema! Que si el ministerio iba a prohibir el alcohol en los menús. Que si alguna presidenta de alguna comunidad se bebía una copa de vino blanco de ese que le querían prohibir según ella. Que si en un periódico hablaban de prohibición pero luego no reconocían que lo habían hecho y se indignaban si desde otro medio se lo recordaba afeándole que eso no dejaba de ser una mentira. ¡Qué festival! Y todo para no reconocer lo obvio, que el alcohol es malo para la salud lo prohiban, no lo prohiban, lo santifiquen, lo demonicen o lo recomienden.
No nos han descubierto nada, todos los sabemos desde siempre. El alcohol es malo para la salud y que el ministerio de sanidad quiera promover unos hábitos alimenticios saludables no debería ser motivo de alarma generalizada en un país sensato.
Lo que se pretendía desde el ministerio era animar o promover que las distintas comunidades autónomas y sus respectivas consejerías de salud, promovieran la eliminación del alcohol de los menús de los restaurantes. A fin de cuentas son las comunidades autónomas las únicas que tienen esas competencias así que sí, todo lo que se dijo sobre prohibición era falso. Absoluta mentira en algunos casos y en algunas fotos con bastante mala intención, todo sea dicho.
La preocupación del ministerio de sanidad fue la de fomentar un plan para mejorar la salud cardiovascular de los españoles y no coartar su libertad de pegarse un copazo cuando les apetezca, si les apetece.
El hecho de que las enfermedades cardiovasculares sean la principal causa de mortalidad en España y la segunda de hospitalización según los datos que maneja el Ministerio de Sanidad, justifica que desde ese organismo se animara al Consejo Interterritorial de Salud a incluir esa recomendación. Lo que se entiende poco es que a algunas personas y autoridades políticas esto les haya ofendido y sulfurado como para reivindicar su derecho a trincarse una copa de vino blanco cuando les venga en gana ¿pero quién lo ponía en duda, quién estaba hablando de eso, quién mencionó nada de prohibición?


¿Falta de capacidad lectora o mala intención?
En 2020 una de cada cuatro muertes que se produjeron en España fue fruto de patologías relacionadas con enfermedades cardiovasculares según datos del Instituto Nacional de Estadística (cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, arritmias/muerte súbita y valvulopatías) pero ¿a quién le importa los datos cuando se puede abanderar la lucha por la libertad?
El alcohol es la primera causa de mortalidad atribuible en el mundo en población de entre 25 y 49 años. Anualmente, en el periodo de 2010 a 2017, su consumo provocó más de 15.000 muertes.
Y mientras terminabas de leer las distintas realidades que exponían los medios de comunicación y algunos de los políticos más destacados del panorama nacional, te encuentras con una entrevista de la CBS News a la genial Jane Fonda en la que ella misma reconoce que ha dejado de beber alcohol por completo y por razones muy obvias «No me quedan muchos años. No quiero estar a medio gas para lo que me reste de vida».
Ahora cada uno que tome sus propias decisiones pero que no se deje llevar por mentiras que todos sabemos que el alcohol está integrado en nuestras fiestas, encuentros con amigos y celebraciones de cualquier tipo pero no hace falta que nadie nos lo prohiba para saber que no es bueno para nuestra salud. Como indignarse por tonterías tampoco lo es, no nos engañemos.