
El otoño es un buen momento para traer una nueva planta a casa, pero es muy importante estar atentos y tomar en cuenta algunas señales antes de comprar una planta este otoño, para evitar disgustos después. La visita a un invernadero, a un vivero, a un centro de decoración o incluso a un supermercado puede ser una gran excusa para llevar una nueva planta a casa y muchas de ellas se desarrollan estupendamente en estos establecimientos o por lo menos, eso parece a primera vista si no se tiene el ojo un poco entrenado para ver más allá de lo evidente.
A veces podemos verlas más apagadas porque necesiten un poco más de luz o de agua de la que reciben en estos lugares pero otras veces esa apariencia puede esconder algo más grave que merece la pena detectar antes de comprar una planta este otoño y trasladarla a nuestro hogar.
A primera vista no se sabe a qué se debe el estado de la planta, por eso es importante saber qué buscar y dónde buscarlo mientras se pasea por los lineales del vivero o se echa un vistazo a las plantas que nos ofrece la tienda a la que hemos acudido.
Lo bueno es que cuando se aprende a buscar estos síntomas en las plantas antes de comprarlas se puede llegar a entender por qué algunas de aquellas plantas que se compraron hace tiempo apenas si vivieron al llegar a casa. Puede que no haya sido la “mala mano” a la hora de cuidarlas una vez en nuestro hogar, lo más probable es que ya vinieran con problemas que en ese momento no supimos ver ni, por tanto, tratar como era necesario.



Síntomas de que algo no va bien en esa planta
Hojas amarillas: quizás este sea el más obvio y el más sencillo de detectar, cuando hay numerosas hojas de tono amarillento puede ser que exista algún problema importante. La planta puede estar sub regada o sobre regada, puede ser que la iluminación del establecimiento no sea la más adecuada para ella, puede mostrar los efectos de algún tipo de plaga o puede que lo que la haya enfermado haya sido un exceso de fertilizante.
Realmente las posibilidades de que las hojas se pongan amarillas son numerosas según todos los expertos por lo que si no se es demasiado diestro ni se está seguro del motivo que lo ha provocado, lo mejor es volver a dejar la planta en su sitio y no comprarla.
Hablamos de numerosas hojas amarillas, si solo es una y el resto de la planta se ve saludable no hay motivo de alarma al menos por este motivo. Habrá que ver los siguientes.
Hojas marrones: ¿La planta presenta numerosas hojas marrones que se quiebran con facilidad? Puede ser que sea síntoma de que necesita riego. Para confirmarlo es necesario tocar el sustrato de la maceta para apreciar lo húmedo que se encuentra antes de comprar una planta este otoño que presente esta característica.
Si está seco quizás no sea grave y la planta tenga salvación sencilla pero si el sustrato está húmedo y abundan las hojas marrones que se rompen con facilidad puede haber algún problema más complicado de tratar.
Quizás la planta tenga la raíz lo bastante podrida como para no poder absorber la humedad de forma eficaz. En este caso, lo mejor es devolverla a su sitio y no llevarla a casa.
Manchas oscuras en tallo o en hojas: Puede ser un sencillo problema de riego si se aprecian en algunas hojas de la planta. Si se ven en todas las hojas es algo más serio, podría ser una infección por hongos.
Más que comprar la planta, lo que hay que hacer en este caso es informar del problema al dueño o al empleado de la tienda para que tome las medidas que considere oportunas.
Problemas en la raíz: Si decides que vas a comprar una planta determinada pregunta a un vendedor si puedes, con mucho cuidado, sacar la planta para ver las raíces. Es probable que te ayude en esta operación para sacar el cepellón sin herir a la planta.
Una vez que la has sacado puedes comprobar el estado de las raíces no solo viendo cómo se encuentran sino también oliendo el aroma que desprende el cepellón. Si el olor te recuerda a aromas extraños, pantanosos o con toques de azufre es posible que la planta se haya podrido.
Si las raíces las ves de color marrón en lugar de tener un tono blanquecino brillante también puedes deducir que algo no va bien en la planta. Salvar una planta con la raíz podrida es prácticamente una misión imposible, se puede pero es tremendamente complicado y solo al alcance de manos expertas.



Tiene “cositas” blancas: Cuando una planta tiene pequeñas pelusas blancas mejor que comprarla, lo más adecuado es avisar al personal porque es muy probable que la planta esté sufriendo algún tipo de plaga.
La cochinilla es esa plaga de cositas blancas como pelusas, un pequeño insecto blanco que puede llegar a matar a la planta sobre la que se asienta pero también a las que estén a su alrededor porque esa especie de materia blanca algodonosa son como bolsitas de huevos que distribuyen generosamente por toda la planta.
La cochinilla es difícil de eliminar cuando hace acto de presencia en una planta, de hecho hay quien recomienda que cuando se lleva una planta nueva a casa se rocíe primero con aerosol para prevenir y se ponga a la planta en cuarentena durante un tiempo en una habitación donde no esté en contacto con las plantas que ya están en casa.
Movimientos del suelo: Si mirando de cerca la parte superior del suelo de la planta que quiere comprar detecta movimiento, lo mejor es proceder con precaución porque aunque el suelo como es lógico, tiene muchos organismos vivos no todos son beneficiosos para las plantas.
Si ve algo con forma acampanada en el suelo de la maceta es muy probable que sean larvas de mosquito de los hongos que suelen ser muy molestos pero no demasiado complicados de eliminar quizás no sea la mejor elección, si se quiere comprar una planta este otoño.
Redes blancas entre las hojas: Son telarañas y pueden ser obra de arañas o de ácaros, muy frecuentes estos en las plantas de interior aunque dado su pequeñísimo tamaño es muy complicado llegar a verlos pero sin embargo, el daño que le pueden llegar a hacer a la planta sí que se puede ver muy bien y muy pronto.