
Hace solo unas semanas el actor Tom Holland anunciaba que iba a descansar a desconectar de las redes sociales para cuidar su salud mental, algo que cada vez se plantean más personas, muchas de ellas muy conocidas lo que va dando forma y dimensión a un problema muy serio que afecta a millones de personas en todo el mundo y lo que es peor, que parece que va en aumento.
Desconectar de las redes sociales puede ser justo lo que estamos necesitando aunque detectarlo y tomar esa decisión es lo más complicado. El actor británico, Tom Holland, hacía público el pasado mes de agosto ese “descanso” de redes sociales para cuidar su salud mental. Describió a Instagram y a Twitter como dos redes sociales que a él le resultaban “sobreestimulantes y abrumadoras” algo que notaba como perjudicaba su salud mental.
Y no es el único que tiene esa sensación. Cada día más personas sienten que el esfuerzo de “mantenerse al día” en las redes sociales o a través de los lectores de noticias, no les compensa, les roba demasiado tiempo y les provoca sensaciones negativas: de nunca estar informado de todo lo que se publica y de sobre todo, vivir en un bucle constante de noticias negativas.



Por eso, tomarse un tiempo, ponerse unos límites es algo que cada vez recetan más profesionales de salud y se suman más personas conocidas o anónimas, en todo el mundo.
Hay quien directamente evita crearse un perfil en cualquier red social porque considera que su mundo, su entorno, sus amigos no están ahí. Eso comentaba hace solo unas semanas la actriz española Elena Anaya que además criticaba en esa misma entrevista la costumbre de algunas productoras de incluir a actrices y actores en sus proyectos a partir del número de seguidores que tienen en redes sociales.
Pedir ayuda sin miedo
Tom Holland en ese mismo anuncio en el que comentaba que la relación con sus redes sociales no le resultaba todo lo positiva que debería, animaba a pedir ayuda cuando se tenga la sensación de que se puede estar padeciendo un problema mental.
Reconocía que “hay un estigma con la salud mental” que hace muy difícil para muchas personas pedir la ayuda que necesitan y que es necesario superar como sociedad cuanto antes.
En ese sentido, otro conocido actor como es el norteamericano Ezra Miller, también ha comentado públicamente no estar pasando por uno de sus mejores momentos en lo que a salud mental se refiere.
Tras vivir lo que él ha definido en un comunicado como “un momento de intensa crisis, ahora entiendo que estoy sufriendo complejos problemas de salud mental”. El actor añade que ha comenzado un tratamiento para superar esos problemas de salud, en esa misma declaración que publicaba a mediados del mes de agosto la revista Variety.



Y no ha sido el único ni el último, solo unos días más tardes, el actor estadounidense Jonah Hill, anunciaba que por el momento no iba a volver a acudir a las promociones de sus películas ni en eventos públicos ni en medios de comunicación porque esos actos empeoran sus ataques de ansiedad y ponen en riesgo su salud mental.
En el comunicado que el actor remitió a la publicación Deadline señalaba que “entiendo que soy uno de los pocos privilegiados que pueden darse el lujo de tomarse un tiempo libre. No perderé mi empleo mientras trabajo en mi ansiedad”. Una realidad que no todo el mundo tiene a su alcance mientras que la salud mental siga siendo un tema casi tabú en muchos aspectos y para muchas personas.