
A falta de uno este mes son dos los libros que se suman a nuestra peculiar estantería de recomendaciones lectoras. Dos libros para comérselos aunque no sean de cocina que de cocina hemos hablado hace relativamente poco. Estos dos hablan de salud, de alimentación sana, saludable y lo que es más importante: ¡sensata! ¿Estamos locos?¿Sensatez a la hora de comer?¿Sin productos milagrosos de esos que mienten más que hablan?
Hoy os traigo dos libros para comérselos y para leerlos con interés, con una libreta y un lápiz en la mano para poder subrayar y tomar notas porque son de esos libros sí, de esos que vas disfrutando y con los que aunque no quieras, vas aprendiendo y pensando, reflexionando sobre lo que nos rodea en torno a la mesa.
¿Sabes de qué hablamos al hablar de tu microbiota?

Empiezo por este, el de Ignacio López-Goñi, microbiólogo, conocido divulgador científico, director del Museo de las Ciencias Universidad de Navarra y autor de «Microbiota. Los microbios de tu organismo.»
La microbiota es una macrocomunidad de microorganismos, esto leído así resulta chocante pero es real al cien por cien, que viven en nuestro cuerpo y que gracias a ellos nosotros estamos más o menos sanos. Cuanto más variada, saludable y desarrollada esté nuestra microbiota más sanas y más lozanas estamos nosotras.
«Se estima que en un cuerpo sano habitan más de 10.000 especies bacterianas diferentes…» Microbiota. Los microbios de tu organismo, de Ignacio López-Goñi
Todo esto y mucho más es lo que va desarrollando López-Goñi en este libro que en general y en su mayoría es muy ameno aunque inevitablemente en algunos pasajes puede resultar un poco más complicado si no estamos familiarizados con conceptos médicos y científicos. En cualquier caso sí, es un libro muy interesante y muy recomendable para cuidarnos mejor y con más cabeza que a veces nos falta
Nuestra forma de comer lo que comemos, nuestra capacidad para cambiar hábitos y malas costumbres a la hora de comer y alimentarnos, los alimentos sanos y los productos alimenticios que de sanos tienen más bien poco.
Todo eso influye en nuestro metabolismo, en nuestra microbiota y está directamente en nuestra salud y todo eso es bueno que lo conozcamos si queremos cuidarnos, pero cuidarnos de verdad no con el último titular que haya salido esta semana. Ya me entendéis.
No es lo mismo comer que alimentarse
Porque cuando comes puedes llegar a ingerir productos que están muy lejos de alimentarte y de eso va más o menos «Come mierda», de Julio Basulto, el segundo de los dos libros paraa comérselos que os traigo hoy a nuestro Uno al Mes.

Basulto habla en este libro «a calzón quitado» sin medias tintas ni paños calientes sobre lo mal que comemos y lo poco que realmente «compensa» que un día comamos sano si después vamos a seguir ingieriendo productos ultraprocesados como si fueran alimentos.
Julio Basulto es profesor asociado en el Grado de Nutrición Humana y Dietética en la Universidad de Vic, ha escrito numerosos libros sobre nutrición y colabora en distintos medios de comunicación desde hace años.
«Una dieta rica en alimentos de origen vegetal y con menos alimentos de origen animal confiere una buena salud y beneficios ambientales». Come mierda, de Julio Basulto
Está plagado de datos y estudios que muestran la triste realidad alimentaria en la que nos movemos como podemos, entre consumos excesivos de bebidas azucaradas, de carnes procesadas (que no tengo claro si quiera que tengan un alto porcentaje de carne en su composición) y de bebidas alcohólicas.
Somos una sociedad obesogénica y al mismo tiempo gordofóbica y una vez leído el libro te das cuenta de que es así, de que es una trampa más que hay que saltar como buenamente se pueda.
Mientras siga siendo más barato el menú infantil de una cadena de comida chatarra que un kilo de fruta de temporada, lo tenemos complicado.
Me ha gustado del libro que no regaña, no culpabiliza, te muestra los efectos de comer mal, cómo afecta a tu salud y a la de tu entorno si eres tu la persona que decide qué se pone en la mesa de toda la familia. Expone opciones saludables que a veces chocan más con nuestros hábitos sociales, con las reuniones familiares o con amigos o con las tradiciones o costumbres que con cualquier otro aspecto relacionado con nuestra salud.
“La definición de los valores nutricionales de los piensos es más cuidadosa que la de la comida chatarra”. Come mierda, de Julio Basulto.
Es divertido en muchos pasajes y te ves reflejada (al menos a mi me ha pasado) en más de los que me gustaría pero en el fondo eso me ha servicio como estímulo para cambiar algunas cosas, para cuidar más lo que pongo en el plato de mi familia y en el mío.
Si somos lo que comemos como dice el refrán es evidente que no queremos ser mierda ¿verdad? pues habrá que dejar de comerla.


