
Ya hemos cambiado la hora con todo lo que eso significa y lo poco que nos gusta a algunas. Las tardes se acortan y las noches se alargan. Lo de la manta y el sofá es una necesidad y si a eso le sumamos una taza de té, café o incluso chocolate calentito, es un placer al que de vez en cuando es necesario sucumbir. A todo esto vamos a ponerle un poco de cine porque lo merece y lo merecemos, concretamente 11 películas españolas perfectas para ver en casa por todos los motivos antes mencionados y porque por alguna razón son estupendas, nos han gustado, son divertidas, te hacen sentir o pensar o lo que sea.
Vamos con ellas porque seguro que muchas de ellas aún no las has visto y otras quizás merezca la pena volver a verlas de nuevo.
Cinco lobitos. Empiezo mi lista con una que es acierto seguro. Es una magnífica película con unas interpretaciones también magníficas. De esas historias sencillas en las que te vas viendo envuelta casi sin darte cuenta, perfecta para ver en familia y para comentar como nos sentimos nosotros a través de cómo apreciamos que se sienten los personajes.
No hay buenos ni malos, no hay blancos ni negros, la vida es una sucesión de distintos tonos grises en los que nos vamos encontrando incluso cuando no nos gustamos ni a nosotros mismos.
Dirigida por Alauda Ruiz de Azúa y magníficamente interpretada por Laia Costa, Susi Sánchez y Ramón Barea en los papeles protagonistas de la historia.
Código emperador. Vamos con un thriller para darle un poco de ritmo a una tarde otoñal que se acerca al invierno como las que tenemos por delante.
Policías más o menos corruptos, tramas que se van tejiendo en la oscuridad o lo que algunos llaman «las cloacas del poder», todo ello va dando forma a la historia que dirige Jorge Coira y que cuenta con Luis Tosar, Alexandra Masangkay y Georgina Amorós como los principales protagonistas de la película, acompañados por un Miguel Rellán muy lejos de los papeles a los que nos tiene acostumbrados pero tan genial como siempre.
La vida padre. Tocaba una comedia que nos estábamos poniendo demasiado intensos y no hay que abusar. De todos modos, es una comedia en la que no bajas la guardia, al final las situaciones son divertidas e hilarantes pero el trasfondo, lo que ha provocado esas situaciones no lo es tanto y se trabaja con soltura la ternura que a veces te coge por sorpresa, sin avisar según se va desarrollando esa comedia/drama familiar.
Enric Auquer y Karra Elejalde son el hijo y el padre de esta historia en la que no vas a poder quitar el ojo de encima a ninguno de los dos porque hacen unas interpretaciones magníficas, divertidas cuando tocan y tiernas cuando tienen que serlo.
Una película para disfrutarla y comentarla en familia, sin duda.
Maixabel. El cine siempre es un trampolín magnífico para conocer la historia y a veces, la que hemos vivido nosotros, los adultos, se les queda demasiado lejos a nuestros hijos.
¿Cómo hablar de lo que supuso el terrorismo durante décadas en este país a los adolescentes que no lo han vivido? Con películas como Maixabel que cuenta la vivencia personal de una víctima y su afán porque el dolor no consiga hundirla ni truncar su vida ni la de los suyos.
El sustituto. Otra de historia, de esa que no se conoce aunque es un secreto a voces durante años en todo el país.
Una película de 2021 que se desarrolla en la España del ’82 y no todo era el mundial de fútbol, había más cosas que iban pasando casi debajo de la mesa, de las que no se hablaba o no se quería hablar.
Es por tu bien. Esta es de esas en las que nos vemos reflejados los padres y las madres de muchos adolescentes y nos reímos de nosotras mismas que eso siempre está bien.
Lo de que nuestros hijos crezcan y se hagan adultos no es lo más sencillo a lo que nos enfrentamos pero mejor hacerlo con risas, como las que provocan estos preocupados padres que se pasan tres pueblos a la hora de ¿proteger? a sus hijas.
Unas risas de la mano de Roberto Álamo, José Coronado y Javier Cámara que nunca vienen mal.
Malnazidos. ¿Por qué no juntar zombis y nazis en medio de la Guerra Civil española? Eso debieron pensar los creadores de esta película que desde luego es sorprendente y en algunos momentos completamente descerebrada, será por aquello de que los zombis comen cerebros, no sé.
El caso es que te ríes, te diviertes, te asustas incluso a veces y te descubres disfrutando de una mezcla inverosímil. No se puede pedir más a una sola película.
Mediterráneo. Porque el aquí y el ahora a veces nos pasa desapercibido en las noticias de los informativos pero cuando conoces la piel de las personas, cuando tienes tiempo para empaparte de sus razones o sus intenciones, cuando paras la vista en una película como esta es más fácil entender y reaccionar.
Eduard Fernández y Dani Rovira son los actores protagonistas pero la historia tiene poco de ficción y mucho de tragedia. Conviene verla, sobre todo si tenemos adolescentes en casa, para que conozcan la realidad que les está tocando vivir que a veces les queda demasiado lejos.
Contratiempo. Un thriller de esos bien hechos en los que vas por un caminito y resulta que no te lleva donde creías. Incluso si descubres el conejo en la chistera está tan bien contado y empatizas tanto con los personajes que no te importa. Mario Casas, Barbara Lennie como siempre espectacular, José Coronado y Ana Wagener en uno de esos papeles que siempre borda.
De esas películas que dejan claro que en España se sabe hacer cine a pesar de los prejuicios que siguen teniendo muchos espectadores y que no tienen ni sentido ni sustancia, sinceramente.
Chavalas. Un cambio radical, porque en esta película importa más el qué que el cómo. Las cuatro actrices son creíbles al cien por cien, la historia es la de cualquier barrio de cualquier gran ciudad y lo que cuentan sus protagonistas si no lo has vivido en primera persona lo has tenido muy cerca.
Una adolescencia real, la de cada una de ellas, en la que se enredan sentimientos, sensaciones y buenas intenciones. Viky Luengo, Carolina Yuste y Elisabet Casanovas son algunas de las principales protagonistas de esta historia de adolescentes que se hacen adultas casi sin darse cuenta, como nos ha pasado a todas.
El inconveniente. La historia podría ser perfectamente real, de hecho la hemos visto en series americanas y puede que hasta conozcamos casos así. Es una comedia con un trasfondo de esos que ayudan a darle una pensadita a las cosas de la vida diaria, de la vida real de muchas personas a nuestro alrededor pero sí, es una comedia que consigue sacarte más de una sonrisa.
Además, cualquier cosa en la que aparezca Kiti Mánver seguro que merece la pena y aquí es una de las dos protagonistas, junto a Juana Acosta, las dos mano a mano y muy bien acompañadas por personajes secundarios que saben hacerse querer como el que interpreta Carlos Areces y a pesar de los pesares.