
¡Venga, vamos con algo íntimo y personal! A fin de cuentas se supone que los blogs (como este) nacieron para eso, para compartir momentos íntimos y personales con lectoras que pueden sentirse identificadas con ellos y por supuesto para hacer terapia sin tener que tumbarse en diván alguno. Por eso hoy vengo a hablar de surrealismo en el gimnasio, el mío. O sea mi surrealismo y mi gimnasio al que voy más o menos periódicamente desde hace unos meses.
Caminando deprisa, porque a correr aún no llego, en una de las cintas del gimnasio me vi a mí misma mirando por la ventana, viendo a la gente que corre por la calle, que corre de verdad, vestidos para correr aunque no vayan en concreto a ningún sitio. Y así empezó mi tarde de entreno como dicen allí.
Viéndome así, como desde fuera, pensé que no podía haber nada más surrealista que mi caminata inexistente, sin moverme del sitio, mientras controlo la velocidad de la cinta y la pendiente por la que camino rapidito y mientras veo como en la calle la gente corre por el ¿placer? de correr. Ellos no controlan la pendiente de la calle pero al menos sí se desplazan, se mueven de sitio, no como yo que me muevo en el tiempo pero no en el espacio.
Pero claro, la tarde no iba a quedarse ahí. Lo de romper a reír en medio de una serie de abdominales, en la máquina que no en el suelo, eso no lo vi venir y en mi defensa diré que por supuesto: la culpa no fue mía.



No oigo música cuando hago ejercicio, en eso también soy rara aunque yo prefiero decir «distinta». El hilo musical de la sala (qué viejuno eso de hilo musical, lo sé) me bombardea con música techno, hard techno, máquina o reggaeton, depende del monitor que toque ese día. Sí, es una suerte que tengan esos criterios musicales, lo sé, pero yo no consigo conectar con mi yo interior para seguir sudando encima de una máquina con ese machaqueo en mi cabeza. Yo prefiero que me hablen, como siempre. Siempre he preferido que me hablen a que me canten, incluso de pequeña, dame un cuento antes que una canción.
Así que sí, en mi hora de ejercicio casi diaria me acompañan los podcast de la cadena SER, habitualmente los programas que no he podido escuchar durante el fin de semana y más concretamente el A Vivir que Son Dos Días ¡muy recomendable!
Y así me veo trabajando tríceps mientras escucho a Juan José Millás, a Paqui Ramos y a Juan Luis Arsuaga saltando una valla en medio de la sierra de Madrid o estoy machando los glúteos como se merecen, mientras Javier Sampedro y Pere Estupinyà, me hablan de mis neuronas o de inteligencia artificial.
La cuestión es que el otro día estaba pedaleando con mucha intención mientras escuchaba atentamente la tertulia de cómicos, una de las mejores secciones del programa en la que analizan con mala leche y mucho sentido del humor alguno de los momentos más inverosímiles de la política y la actualidad que han ido dando forma a la semana.
Cuando Quique Peinado, desde Cataluña en un tono de voz tranquilo y sosegado habló de los testículos del presidente del club de empresarios, fue imposible controlar la risa. Traté de que fuera más o menos silenciosa, por si alguno de mis compañeros de sala podían pensar que me estaba riendo por lo mucho que disfruto montada en una bici estática.


Ese momento de surrealismo en el gimnasio ha sido uno de los mejores de la semana. Esa risa silenciosa, contenida pero mantenida en el tiempo mientras daba pedales. Esa mala leche con sordina. Ese saber perfectamente de lo que estaba hablando, mereció tanto la pena que tenía que escribirlo para contároslo, porque compartir es de guapas y de verdad, si podéis no dejéis de escuchar el programa.
Si ya además tenéis la suerte de que sean Aimar Bretos y Manuel Jabois los que os cuenten sus primeros recuerdos de la radio en sus vidas, ese aprender a usar los cubiertos mientras escuchaba las necrológicas tan cinematográfico que contaba Jabois o ese concierto de los 40 que contaba Aimar con el que puso en peligro hasta su vejiga, lo disfrutaréis mucho.
No será lo mismo que el surrealismo en el gimnasio que eso es casi una especie de realismo mágico actualizado pero lo disfrutaréis seguro y eso es lo que cuenta.